Varias empresas comerciales europeas se han aprovechado de las débiles regulaciones en África Occidental para exportar combustibles con niveles de azufre hasta 300 veces mayor de lo permitido en Europa, según un estudio que publicó en septiembre el grupo ecologista Public Eye.
Cinco países de África Occidental han acordado frenar las importaciones de combustibles tóxicos de Europa, una decisión que contribuirá a mejorar la salud de más de 250 millones de personas, según ha informado Naciones Unidas.
Nigeria, Benín, Togo, Ghana y Costa de Marfil se han comprometido a introducir nuevas medidas para utilizar combustibles más limpios y con menos cantidad de azufre para sus vehículos, descartando así las importaciones de estos productos procedentes de Europa, según ha informado el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, por sus siglas en inglés).
Varias empresas comerciales europeas se han aprovechado de las débiles regulaciones en África Occidental para exportar combustibles con niveles de azufre hasta 300 veces mayor de lo permitido en Europa, según un estudio que publicó en septiembre el grupo ecologista Public Eye.
«Están anteponiendo la salud de su gente. La contaminación del aire está matando a millones de personas todos los años y tenemos que garantizar que todos los países introduzcan combustibles y vehículos más limpios para ayudar a reducir las estadísticas», ha señalado el jefe del UNEP, Erik Solheim.
La ministra de Medio Ambiente nigeriana, Amina Mohamed, ha asegurado que el acuerdo mejorará en gran medida la calidad del aire en sus ciudades y permitirá que el país introduzca nuevas leyes para vehículos modernos. «Durante 20 años Nigeria no ha sido capaz de hacer frente a la contaminación de vehículos debido a la poca calidad de los combustibles que hemos recibido», ha añadido Mohamed.
Los cinco países también han acordado mejorar las operaciones de sus refinerías nacionales, tanto públicas como privadas, para producir combustibles más limpios para 2020, según UNEP. Fuera de África Occidental, Kenia, Tanzania, Uganda y Marruecos han mejorado la calidad de sus combustibles en los últimos años, pero esta mejora cuesta mucho dinero y muchos países se están enfrentado a una gran escasez de finanzas públicas.
ep