Objetivo: volver a la Luna
Esta actualización tiene varios objetivos, entre ellos coordinar la colaboración entre SpaceX y la NASA para desarrollar un módulo de aterrizaje lunar humano más moderno y con un diseño basado en la sostenibilidad, para que los astronautas vuelvan a pisar la superficie de la Luna por primera vez en más de cinco décadas.
Según Bill Nelson, el administrador de la NASA, la agencia está trazando el camino a seguir para las primeras misiones de Artemis, que serán las que allanarán el camino hacia la superficie lunar y cuentan para ello con el aporte de la empresa SpaceX con la que según dijo: ‘estamos ansiosos por volver a trabajar juntos’.
Explicó que es fundamental establecer una nueva línea de tiempo para las misiones, que permitan a los astronautas volver a la Luna de la forma más rápida, sostenible y segura posible, algo que es prioritario para la agencia. Sin embargo, debido a una gran variedad de factores lo más probable es que el primer aterrizaje humano se realice a partir de 2025.
Rumbo a la Luna y más allá
Antes de volver a pisar la Luna, la NASA debe realizar pruebas con el Artemis I que no llevará tripulación y con el Artemis II que sí estará tripulado, que orbitarán alrededor de la Luna. Nelson indicó que el costo de desarrollo de la nave espacial Orión desde sus inicios en 2012 hasta que realice su primer vuelo 12 años después, en 2024 será de 9.3 mil millones de dólares (algo más de 8 mil millones de euros).
La misión Artemis II pretende ser la que envíe astronautas a bordo de Orión mucho más lejos en el espacio, de lo que cualquier humano haya viajado jamás. Antes de volver a la Tierra, la nave recorrerá aproximadamente una distancia de unas 40,000 millas (casi 65.000 kilómetros) más allá de la Luna.
Esas misiones de sondeo y pruebas de las naves y de paseos espaciales, así como de demostración del módulo de aterrizaje sin tripulación que se hará con SpaceX (los creadores de las naves reutilizables), precederán a la misión de aterrizaje lunar tripulada, que será la Artemis III.
Queda mucho por hacer
Entre los desafíos que la agencia ha abordado en el desarrollo de la exploración del espacio profundo, según explicó Nelson la demora en volver a aterrizar en la Luna se debe a la falta de dinero, ya que la pandemia por COVID19 retraso la asignación de fondos que les otorgó el Congreso de los EEUU y a que, para la Administración Trump, este viaje no era prioritario.
Nelson cree que se alunizará al menos una 10 veces en los próximos años, aunque la agencia necesita un aumento significativo de los fondos, para lograr el desarrollo de los futuros módulos de aterrizaje y que esta inyección económica debería contemplarse en los presupuestos de 2023.
La agencia está realizando ingentes esfuerzos para reducir costos, hacer que las misiones sean sostenibles y optimizar cada una de las operaciones. Además, están reorganizando sus programas de vuelos espaciales tripulados en dos direcciones, que son claves para conseguir los demás objetivos: Operaciones Espaciales y Desarrollo de Sistemas de Exploración, un cambio que ayudará a la agencia a apoyar y ejecutar misiones en la órbita terrestre, así como en la Luna y Marte.