La aplicación de la Estrategia energética y ambiental de la Universidad Rovira i Virgili (URV) en el periodo 20120-2011, sumado a una auditoría energética y seguimiento del comportamiento energético de alguno de sus edificios; ha conseguido ahorrar 3,1 GWh, que equivalen a 392.000 euros más de los previstos en el plan de actuación económica.
Gracias a medidas como cerrar veinte días las instalaciones durante el mes de agosto, o ajustar la temperatura de consigna a 26 grados de junio a septiembre, o desconectar los aires acondicionados/calefacción de mayo a octubre, o acudir a la subasta diaria de electricidad; la URV ha conseguido en tan sólo dos años reducir muy significativamente el consumo energético, las emisiones de CO2 asociadas y el gasto económico en energía.
En definitiva, la Estrategia de eficiencia energética de esta universidad tarraconense ha incidido en las políticas de contención económica de una manera troncal y global. Éste, se convierte así en un ejemplo paradigmático, por tanto, de una gestión pública eficiente y sostenible que encaja plenamente con las políticas de austeridad lideradas por la UE y el Gobierno de la Generalidad de Cataluña.
Los ahorros en eficiencia energética de la URV pueden parecer poco junto al recorte anunciado de 1.500 millones de euros. Pero teniendo en cuenta que en Cataluña hay 3.554 equipamientos culturales y 35.000 espacios deportivos, o que de todos los edificios de la Generalitat hay 300 con un alto consumo energético; actuaciones como la de la universidad tarraconense implementas en un 10% de los equipamientos citados, del orden de unos 3.000, resultaría un ahorro equivalente al citado recorte. Y si se extienden las oportunidades de la eficiencia de los edificios públicos a los edificios privados, las oportunidades se incrementan exponencialmente.