El sistema productivo actual fue pensado únicamente para generar capital, considerando que los recursos naturales eran interminables. Ahora más que nunca, la problemática ambiental ha adquirido una importancia clave a nivel social, político y económico. Tanto los ciudadanos como los empresarios y los políticos se están concienciando de una nueva realidad: el planeta tiene una capacidad de carga que estamos superando y que más que afectar a los sistemas naturales (los que encontrarán el equilibrio y sobrevivirán) afecta a nuestro sistema productivo. Cada vez más los consumidores demandan productos de mayor calidad en todos los aspectos, incluyendo el social y el ambiental. La sostenibilidad se está convirtiendo en un factor de competitividad.
El consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya, Lluís Recoder, acompañado de Josep Lluis Llebot, Secretario de Medio Ambiente y Sostenibilidad, y la Directora de Calidad Ambiental, Assumpta Ferran; presentaron el pasado 11 de julio el Programa catalán de ecodiseño 2012-2015 (ecodiscat2012-2015). Este programa es una herramienta para promover una forma sostenible de producir y consumir, incentivar la incorporación del diseño ecológico en el proceso productivo, impulsar la transversalidad del diseño ecológico en universidades y centros de investigación y la transferencia de conocimiento, e incentivar el consumo de productos y servicios sostenibles. Tras más de diez años llevando a cabo diversas actuaciones en materia de ecodiseño, Territorio y Sostenibilidad crea el ecodiscat2012-2015 en sintonía con el Acuerdo estratégico para la competitividad de la economía catalana y la mejora del empleo (ECAT 2.020), como eje para impulsar la transición hacia una economía más eficiente en el uso de los recursos.
El ecodiscat ha sido el resultado de un proceso sistemático y participativo con todos los actores sociales. Comprende 3 ejes de actuación, 7 líneas estratégicas y 42 actuaciones concretas, cuantificables y transversales con el fin de lograr una mayor ecoeficiencia, tanto de la gestión de los recursos como de consumo energético, una mayor competitividad en el mundo empresarial, y, por tanto, evolucionar hacia una economía verde que sea sostenible para generaciones futuras.
La sostenibilidad, un factor de competitividad
El ecodiseño o mejora ambiental de productos consiste en la incorporación de nuevos valores: respeto por el entorno y un mayor beneficio social colectivo. Los productos resultantes de un proceso de ecodiseño pasan de ser productos aislados (visión lineal) a ecoproductos (visión de ciclo). Hasta ahora, el desafío planteado al diseñador ha sido dar respuestas singulares (en forma de producto) a unas necesidades. Pero cada vez más se han de elaborar respuestas globales (en forma de servicios) que integren una multiplicidad de factores. La sostenibilidad deja su tangencialidad y pasa a situarse centralmente en la acción productiva y proyectual. De esta manera, se abre ante el usuario un espacio de integración, de participación y de satisfacción.
A la hora de diseñar un producto hay que tener presentes todas sus etapas: extracción de materiales, producción, comercialización, utilización y eliminación. En cada una de estas fases se consume energía y recursos y cada una de ellas también puede generar impactos como serían las emisiones contaminantes y los residuos. Por lo tanto, hay que pasar de la cultura del tratamiento y del reciclaje-que consiste en estrategias ambientales puntuales y finalistas de un proceso-al ecodiseño, que persigue una integración de los aspectos ambientales, sociales y empresariales.
‘Hace tiempo que trabajamos, pero hacía falta un Plan de Acción’
Ejemplos claros de ecodiseño son los productos fruto del proyecto de investigación Ecojoguina, iniciado en 2006, e impulsado por la Generalitat. De este proyecto salieron productos como el juguete Winnie, Cuentos y Canciones, de IMC Toys, que, gracias a la investigación, pudo mejorar sustituyendo algunos componentes electrónicos por otros menos contaminantes, reduciendo la cantidad de plástico empleado así como el consumo energético durante el uso, y utilizando materiales reciclados.
Del premio Diseño para el Reciclaje, impulsado por la Agencia de Residuos de Cataluña (ARC) también han surgido buenos ejemplos. Es el caso de la plataforma modular para acceder al autobús fabricada con recubrimientos reaprovechados de cables eléctricos, persianas y tuberías, de la empresa Zicla, que ganó el premio el año pasado.
También los productos y servicios identificados con la etiqueta ecológica de la Unión Europea cumplen criterios ambientales en el proceso de fabricación, uso, comercialización o finalización de su vida útil.
El tercer eje del ecodiscat, un eje para implementar el Programa
El ecodiscat2012-2015 cuenta con tres ejes de actuación. Uno dedicado a la oferta, otro a la demanda y un tercer eje en el que se especifican los caminos a seguir para conseguir aplicar con éxito el Programa. La directora general de Calidad Ambiental, Assumpta Ferran, insistió en que esta estrategia no pone recursos que no existan y que será revisable y modificable en los próximos años. De hecho, una parte importante del Programa consiste en la aglutinación de acciones que ya se llevaban a cabo desde la Generalitat, aprovechando así los recursos ya existentes.
Finalmente, en la clausura, Lluis Recoder destacó que la sostenibilidad no debe ser un freno para avanzar y «proyectarnos» hacia el futuro, sino todo lo contrario. Según él: «Hace unos 20 años que el impacto ambiental iba contra la economía. Pero ahora no se pone en duda que la sostenibilidad va en favor de ésta y es un factor de competitividad. Ahora es la sociedad y los sectores económicos los que deben actuar, y el ecodiscat es la herramienta que el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya pone a su alcance para hacerlo».