La propuesta de una nueva red de autobuses se basa en un esquema de red ortogonal, que se ha revelado como la más eficiente en sistemas urbanos. Esta red asegura la isotropía del territorio, es decir, cubre por igual todas las partes del municipio. De este modo se mejora la conectividad entre las líneas y la accesibilidad para todos los usuarios.
El nuevo esquema no sólo es más funcional, sino también más “legible”, ya que se estructura de forma similar al metro y se convierte en una red fácilmente comprensible. Además, la gran mayoría de destinos se alcanzan con un solo transbordo, simplificando el uso de la red de autobús y evitando la necesidad actual de conocer cada línea individualmente.
Otras características de la red ortogonal son la circulación segregada de los autobuses (lo que reduce las fricciones del bus con otros modos de transporte y facilita el aumento de la velocidad comercial y la frecuencia de paso) y la cobertura a zonas de nueva centralidad.
La red ortogonal también potencia la intermodalidad, situando estratégicamente las paradas para facilitar la conexión entre líneas y a su vez con otras redes de transporte (tranvía, metro, préstamo de bicicletas, etc.).
Las primeras cinco líneas se inician en octubre de 2012. La red ortogonal se irá implantado progresivamente, hasta alcanzar las 28 líneas.