En BioCultura Madrid, conocimos a Sonsoles Miguel Antequera, responsable de Bambú, Belleza Natural, una tienda de Majadahonda exclusivamente dedicada a la cosmética ecológica certificada. Con ella charlamos sobre este mundo tan al alza, aunque, también, todavía poco conocido para muchos….
-¿Qué es Bambú, Belleza Natural?
-Cuando conocí la ecocosmética natural y comprobé la diferencia tan abismal con respecto a la cosmética artificial, tuve claro que tenía que compartirlo. Pensé en un lugar donde no sólo se vendieran productos, sino donde se pudiera asesorar e informar, ya que todavía hay mucho desconocimiento. Quería un lugar dedicado única y exclusivamente a la belleza, con una gran variedad de productos que cubrieran todas las necesidades del cuidado corporal y, por qué no, del emocional, así que decidí abrir ese espacio donde la gente pudiera encontrar una alternativa atractiva y natural a lo que hasta ahora conocía; donde el público aprendiera, poco a poco, que lo natural no tiene por qué ser más caro, que hay muchos colores y aromas, que uno puede cuidarse de manera sana y consciente. Ese espacio es Bambú, Belleza Natural.
AGUA QUE NO HAS DE BEBER
-¿Cómo te metiste en el mundo de la cosmética certificada?
-A través del agua. Me di cuenta de que había métodos para hacer un agua más pura y más sana. Empecé a informarme y me conciencié poco a poco de que, para mí, ya no valía cualquier cosa. Ya no estaba dispuesta a beber cualquier agua, a comer cualquier alimento, a poner en mi piel cualquier producto, sabiendo los riesgos que hay en ello.
-¿Qué te parece en ese sentido el trabajo de la Plataforma EcoEstÉtica?
-Creo que cualquier persona o institución que es consciente de estas cosas está en la obligación moral de informar a los demás, y, en este sentido, la Plataforma EcoEstÉtica cumple perfectamente esa misión.
-¿Qué le sobra y qué le falta al mundo “bio” de la belleza?
-Falta información para ayudar a que la gente se conciencie. Me da pena cuando llega una persona y me dice que estaba utilizando un producto de una casa de “cosmética natural”, que lo ha probado, pero que ahora ha empezado a usar uno de “cosmética artificial” que anuncian mucho. Sobran productos que se venden en el mercado como “naturales” y que no lo son, y que, además de caros, confunden al cliente. Eso desanima a las personas que quieren un cambio.
LA CONFUSIÓN
-¿Todavía hay confusión entre el público sobre el tema de la certificación?
-Absolutamente. El hecho de que haya tantos certificados hace que la gente se confunda. No es un tema que afecte a unos pocos, así que los gobiernos deberían tomar conciencia de ello y hacer algo al respecto. Una legislación común ayudaría mucho.
-¿Los dependientes de las tiendas de cosmética convencional están informados de lo que venden y sus peligros?
-No se puede generalizar. Como en todo en la vida hay buenos profesionales de la cosmética convencional que piensan que lo que venden es lo mejor y que conocen muy bien sus productos, y también hay gente que no sabe lo que tiene entre manos. Pienso que para recomendar un producto hay que creer realmente en él, eso el cliente lo nota.
EL FUTURO
-¿Hacia dónde va el futuro de la cosmética ecológica certificada?
-La cosmética ecológica certificada es el futuro, pero lamentablemente no creo que sea en el corto o medio plazo. A pesar de que el crecimiento es grande y de que poco a poco la gente va empezando a interesarse, hay muchos intereses económicos de gobiernos y de gigantes multinacionales que no van a ponerlo fácil.
-¿Qué te ha parecido el monográfico de The Ecologist dedicado a este mundo?
-Todo lo que ayude a la gente a acercarse a este mundo es bueno. Se necesitan iniciativas como este monográfico, la feria BioCultura, etc., para que la información llegue a quien la está buscando. Las personas que estamos dentro de este mundo debemos hacer todo lo que podamos, en la medida de nuestras posibilidades, para dar difusión a la producción limpia y regeneradora.
-¿En que medida te parece que ferias como BioCultura ayudan a aumentar el consumo de cosmética econatural?
-En el mundo de la cosmética, donde la repercusión en los medios, la publicidad y el marketing es primordial para que la gente compre un producto, el hecho de que se lleven a cabo ferias como BioCultura, donde se presenta a los consumidores una alternativa a lo convencional, es muy importante. La pena es que no se le de la importancia que merece en los medios de comunicación generalistas…
-¿Por qué montaste tu negocio en Majadahonda?
-He vivido 16 años en Majadahonda y es donde transcurre el 90% de mi vida. Por otro lado allí se puede respirar interés por lo natural ya que hay muchos pequeños comercios que ofrecen estos productos, pero no había ninguna tienda exclusiva de cosmética natural y ecológica, así que decidí emplazarla allí.
EL PÚBLICO
-¿El público de tu tienda está informado sobre los peligros de la cosmética convencional y sobre las soluciones que aporta la cosmética ecológica certificada?
-Hay de todo, personas plenamente concienciadas y otras que lo desconocen por completo. Para mí es un privilegio poder informar de ello a todo el que acude a Bambú, Belleza Natural.
-¿Cuáles son los productos estrella más demandados en tu tienda?
-En general, los productos más vendidos son los faciales. Dentro de este grupo, las cremas hidratantes. Por otro lado, los desodorantes, que no tienen aluminio, y las lociones corporales… están siendo muy demandadas.
P. Bolaño / The Ecologist
Asociación Vida Sana