Vida Ecológica comercializa alimentos y productos de productores y elaboradores certificados en agricultura y cosmética ecológica desde hace ya una década. El proyecto de Oscar Ortín lleva a cabo la parte comercial de diversos productores, desde quesos y jamón ibérico puro hasta helados, frutas, etc. Está presente en todas las ferias ecológicas en España, Francia e Italia, desde BioCultura Barcelona a Marjolaine en París, pasando por Natura Málaga y terminando el año siempre en BioCultura Madrid. Sin dejar de mencionar Fapea en Llanera (Asturias), a la cual, nos dicen desde la empresa, “le tenemos mucho cariño”. Hablamos con Óscar en BioCultura Madrid.
-¿Cómo te introdujiste en el mundo “bio”?
-No fue por casualidad, desde pequeñito miraba los herbolarios y dietéticas como ET cuando decía “mi caaasa”. Siempre estaba con mis mejunjes, me fui a la montaña huyendo de un trabajo sintético y abrí un restaurante de montaña en Facheca (Alicante) con mi pareja, Carma, en el cual empezamos a cocinar con alimentos ecológicos. Como anécdota mis calamares a la romana… eran famosos, los rebozaba con harina de garbanzo “eco” y la fritura era con aceite de oliva virgen extra “eco” Ribes Oli. Dio la casualidad de que en el entorno había muchos agricultores que estaban ya trabajando en la agricultura ecológica, de eso hace ya más de 10 años.
LOS CAMBIOS
-¿Qué ha cambiado en todos estos años?
-Hablando de España, en lo que se refiere a exportación y debido a que otros países desde hace muchos años ya tienen un consumo ecológico, las ventas se han ido incrementando cada año, a un ritmo creciente. Respecto al consumo interior en España, el incremento ha sido más lento; y en evolución, debido a que es un mercado nuevo, la situación económica, el valor añadido del alimento ecológico, la falta de información y demás aspectos, la cosa no va tan rápida… Pero por mi asistencia a las ferias, donde encuentro un medio en el cual se puede observar muy bien, veo que cada año el interés es máximo por este sector también entre el público de aquí y el consumo se va incrementando sobre años interiores; un punto a evolucionar es difundir los valores reales de la agricultura ecológica en los medios de comunicación.
-¿El público ecológico varía de una feria a otra, de una comunidad a otra?
-Totalmente; me apasiona vender en Galicia tanto como en Málaga, contando también el consumidor francés. Todos son consumidores completamente distintos. El gallego, por la naturaleza de sus tierras y el autoconsumo, el producto ecológico lo trata como a otro de su misma tierra. El malagueño es saleroso hasta para comprar; y del consumidor francés resalto su interés en saber lo que come y la “automedicación” mediante la calidad nutritiva del alimento ecológico.
LAS ANÉCDOTAS
-¿Cuéntanos alguna anécdota ocurrida en alguna feria?
-Ufff, para escribir un libro. Contaré dos. Una fue en París, en Marjolaine, una de las ferias ecológicas más importantes de Francia, con mi amigo Eduardo Donato. Una periodista japonesa nos hizo un reportaje, a mí personalmente me realizó un artículo de los quesos de Cati, quedando sorprendida de la variedad y los premios que tenemos, sobre todo un queso con trufa negra, ella no daba crédito. Y, sobre todo, la sorprendió la manera que tenia de vender un español quesos en tierras francesas. Fue un artículo muy profesional y lo pudo ver mucho público japonés. Y una última anécdota fue tener el privilegio de conocer a Belinda Washington en BioCultura Madrid, y saber que consume productos ecológicos desde hace muchos años.
-¿Cómo ves el futuro del sector?
-Como diría un amigo mío, el futuro de este sector es como el tiempo, nunca sale el sol y llueve a gusto de todos. Personalmente diré, y puedo tener una opinión con bastante sentido común, que la alimentación ecológica es un sector de futuro y creación de empleo, ya que independientemente de que el alimento tenga certificado ecológico o no, en general vamos a una alimentación más sana para el cuidado de nuestro cuerpo y mente mediante un alimento sin conservantes, sin colorantes y sin ningún relleno artificial. La gente no quiere que se manipule la calidad nutritiva. No todo el mundo va a consumir ecológico, pero cada vez hay más personas que quieren comer alimentos lo más saludables posible.
RELACIÓN DIRECTA
-¿Los lazos directos que se traban entre productores y consumidores son lazos estables?
-Sí, totalmente y cada vez más; con la situación actual el productor se ha hecho comercializador directo por varias razones: el poder vender su propio producto sin necesidad de intermediarios, que no sufra un incremento en el precio por intereses indirectos y poder transmitir su filosofía… En las ferias encuentra un lugar donde el consumidor tenga de primera mano la información veraz y pueda elegir libremente lo que quiera comprar. En las ferias ecológicas al final se hace un precio justo entre el productor y el que lo consume.
Toni Cuesta / The Ecologist
Asociación Vida Sana