Siguiendo el orden del día previsto, el presidente de la Red, Joan Puigdollers, comunicó la incorporación como miembros de seis ayuntamientos (Collsuspina, Celrà, Gironella, Sant Julià de Vilatorta, Sant Pere de Vilamajor y Vilanova de Sau), del Consejo Comarcal del Garraf y, muy especialmente, de las diputaciones de Tarragona, Lleida y Girona (aunque las dos últimas no serán efectivas hasta dentro de unas semanas, cuando lo aprueben sus propios órganos de gobierno).
Esta ampliación supone un salto adelante de la Xarxa y permitirá llegar a todos los pequeños municipios de Cataluña, además de una colaboración más estrecha entre las cuatro diputaciones. De entrada, por ejemplo, ya se ha acordado compartir la oficina técnica que la Diputación de Barcelona tiene en Bruselas, lo que facilitará la negociación con las instituciones europeas.
Además, también se ha acogido como miembros observadores al Gobierno de Andorra, y la Generalitat de Cataluña, con quien aunque ya se trabaja de manera conjunta desde hace tiempo, ahora se formaliza la relación con la Xarxa, tal y como destacó Assumpta Ferran, Directora General de Calidad Ambiental del Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya.
Ratificaciones por unanimidad
La Asamblea ha sido el espacio también para ratificar nuevas alianzas y compromisos de la Xarxa. Así, se ha confirmado el acuerdo con la Comisión Europea por el que la Xarxa se convierte en entidad promotora del Pacto de Alcaldes y Alcaldesas, y se han ratificado la adhesión a la Red de Ciudades que Caminan, y el convenio con el Consejo de Iniciativas Locales para el Medio Ambiente de las Comarcas de Girona (CILMA).
También por unanimidad se ha aprobado la propuesta de Acuerdo de la Xarxa de Ciutats i Pobles cap a la Sostenibilitat per un Aire més Net (por un Aire más Limpio), que pide al Estado medidas de fiscalidad ambiental (que graven los combustibles más contaminantes como el gasóleo, por ejemplo) y el etiquetado de los vehículos según su nivel de emisiones, y a la Generalitat que amplifique los esfuerzos para explicar a la población los datos de calidad del aire y que publique un catálogo de medidas que sean aplicables desde la escala local, entre otras muchas cosas.
El Plan Estratégico, en marcha
La presentación del informe de gestión de las actividades de la Xarxa durante 2012, que ha estado a cargo de Domènec Cucurull, su ex secretario (se acaba de jubilar), ha puesto de manifiesto que ya está totalmente en marcha el Plan estratégico (Pla Estratègic) aprobado el año pasado, y que se están cumpliendo los objetivos propuestos en un amplio abanico de temas.
En esta línea, el plan de actividades para 2013, incluye nuevas acciones sobre contaminación luminosa, eficiencia energética, ahorro de agua en parques y jardines, coordinación del protocolo de episodios de ozono, un estudio del impacto acústico del servicio de recogida de basuras o una reglamentación de los mercados de intercambio y segunda mano, por poner unos cuantos ejemplos.
Y, sobre todo, destaca la creación de una nueva comisión sobre la gestión de los espacios periurbanos, que se constituirá el próximo 21 de marzo en una reunión en Vilanova i la Geltrú.
La gestión de los espacios periurbanos y los huertos ciudadanos, un tema clave
La creación de esta comisión responde a un interés creciente por parte de la población y de muchos ayuntamientos para gestionar de manera correcta las hectáreas no urbanizadas de los términos municipales, el abandono de las cuales ha ido ligado, a menudo, a la degradación y usos no adecuados.
Una mesa redonda ha presentado algunas iniciativas de éxito que pueden servir de guía a otros municipios. Así, según ha explicado Ester Fango, de la Paeria de Lleida, hace cuatro años iniciaron un plan de recuperación de las 12.000 hectáreas de huerta vieja que rodea la ciudad, buscando también que tuviera rentabilidad para las personas que la habitan . Es decir, la potenciación de los cultivos ha ido unida a un plan de comercialización, con la creación de un mercado de proximidad llamado «del huerto a la mesa» que ya cuenta con 25 productores artesanos y de proximidad y tiene lista de espera para poner más paradas. También se han cedido algunos huertos para nuevos emprendedores en la actividad agraria, y se han hecho acciones de sensibilización entre los habitantes de la ciudad, como la creación de menús escolares 100% con productos de la huerta de Lleida.
En Vilafranca del Penedès, según explicó el concejal de urbanismo y medio ambiente, Josep Maria Martí, han creado una «bolsa de tierras» mediante la cual han puesto en contacto los propietarios de las 86 hectáreas cultivables -unas 130 parcelas- con agricultores, y ya han conseguido que el 70% de estos terrenos hayan dejado de estar baldíos. «Y todo esto», apuntó Martín, «sin prácticamente ningún coste para la administración, es un proyecto low cost y que nos está dando muchas alegrías».
Eva Herrero, concejala de medio ambiente y sostenibilidad del Ayuntamiento de Terrassa, anunció la aprobación reciente de un programa de huertos urbanos que sigue la fórmula de la custodia urbana, por la que se ceden de forma temporal y gratuita espacios vacíos de la ciudad a particulares o entidades sociales. Los propietarios de estos solares se benefician porque se les garantiza el buen mantenimiento del espacio, que además debe ser cultivado con prácticas sostenibles y agricultura ecológica.
La fuerte demanda de los ciudadanos para poder dar un uso agrícola a los espacios públicos hace que desde el Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallés, en palabras del concejal de medio ambiente Joan Puigdomènech, estén planteando introducir huertos urbanos en fincas públicas, los espacios que han quedado sin edificar a causa de la crisis e incluso los parques más grandes. «Pero no resulta fácil, hay que resolver antes muchos problemas urbanísticos», dijo Puigdomènech.
Por último, Maica Basas, concejala de medio ambiente de Manlleu, explicó el éxito de sus huertos municipales, creados por la demanda de un grupo de voluntarios en una zona donde se había previsto plantar césped y que ahora ya cuenta con 70 parcelas. «Y todo ello, con un coste cero para el ayuntamiento», dijo, «pero empezamos a ver que quizás el voluntariado no es suficiente, no puede durar siempre, y debemos buscar cómo gestionarlo».
Un aspecto muy importante de estos huertos ciudadanos es la participación de las escuelas, «para que los niños aprendan el valor de estos alimentos, y eso es fundamental», tal y como concluyó Basas.
La educación ambiental, protagonista de la Declaración de Lleida
El tema elegido este año para la declaración de la Asamblea ha sido precisamente, la educación ambiental, con el fin de «reconocer el papel decisivo que ha protagonizado en la transformación de nuestra sociedad», según recoge el documento.
A lo largo de la mañana ya se había señalado que justamente en un momento en que los ayuntamientos deben priorizar las partidas más importantes, hay que tener en mente que la educación ambiental es uno de los temas imprescindibles para la ciudadanía. En esta línea, la declaración recoge el compromiso de potenciarla, tanto dentro de los centros educativos como con actividades no formales para adultos y público familiar, además de tratar de trabajar juntos con el sector empresarial para impulsar la economía verde e incorporar aún más las nuevas tecnologías.
«Invertir en educación ambiental tiene un efecto multiplicador en eficiencia y ahorro de los recursos». La declaración insta a los plenos municipales a adoptarla antes del próximo 5 de junio.