«El dinero público es difícil de conseguir sobretodo en medio de una crisis económica y lamentamos que esta decisión no beneficiará ni a la ciudadanía ni a las perspectivas económicas del sector pesquero ni contribuirá a la recuperación de nuestros mares», ha declarado Celia Ojeda, responsable de Océanos de Greepeace. «Cuando los caladeros de pesca se agotan, los pescadores utilizan los subsidios para cubrir sus pérdidas, pero usar el dinero de los contribuyentes para tener las redes más grandes o los buques más potentes lo único que conseguirá será seguir alimentando la destrucción y la sobrepesca y dejará a los pescadores atrapados en un círculo vicioso «.
Los buques pesqueros industriales son los que actualmente reciben la mayor parte de las subvenciones, a pesar de que causan el mayor daño a los ecosistemas marinos y contribuyen poco a las comunidades pesqueras locales. Sin embargo, en la mayoría de los casos, a los pescadores sostenibles y de pequeña escala les resulta mucho más difícil acceder a las ayudas.
La votación sobre las subvenciones pesqueras tiene lugar meses después de que hubiera un acuerdo entre el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y los Gobiernos de la UE para reformar profundamente las normas de pesca de la UE, a través de la reforma de la Política Pesquera Común y acabar con la sobrepesca en un periodo de tiempo de entre cinco y diez años (1). El Parlamento Europeo en una sesión plenaria que tendrá lugar en septiembre, podrá volver a decidir sobre la reforma del régimen de subsidios para la pesca. El resultado de estas negociaciones y votaciones sobre las subvenciones será de gran impacto en la capacidad de la UE para lograr la reforma de las pesquerías y luchar por una pesca sostenible y la recuperación de los stocks pesqueros.
A principios de esta semana, decenas de científicos firmaron una carta conjunta pidiendo a los eurodiputados detener la sobrepesca poniendo fin a la financiación con dinero de los contribuyentes de grandes y destructivas flotas pesqueras (2).