Aparece en escena el invento definitivo para producir agua de la nada. 1.800 millones de personas podrán utilizarlo, también en España. La sequía parece haber llegado para quedarse, con todas las consecuencias nefastas para la salud que eso conlleva. La escasez hídrica es una condición en la que este líquido dulce es insuficiente para satisfacer las necesidades de la población. Su origen puede ser natural o producto de acciones irresponsables por parte del hombre.
Las consecuencias derivadas de la falta de este recurso son variadas. No obstante, su común denominador es que siempre son negativas para el ser humano y para la Tierra. La malnutrición infantil es una de ellas. Se estima que los motivos principales de la desnutrición mundial son un escaso acceso a agua potable, higiene deficiente y falta de servicios de saneamiento básicos.
Otros de los resultados de esta situación son la inseguridad alimentaria, enfermedades, desaparición de especies animales y vegetales, enfrentamientos y dificultades para distribuir este líquido. Aunque en los países desarrollados se da por sentado, obtener tecnología, mano de obra y capacidades técnicas para ejecutar una adecuada distribución no es sencillo. En este contexto tan devastador, hallar una solución es urgente.
Agua de la nada, la idea de este invento podrá utilizarse en España
1.800 millones de personas están en riesgo de quedarse sin agua potable.La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura advierte que, para 2025, la previsión es que 1.800 millones de personas vivan en países con una escasez absoluta de agua y dos tercios de la población mundial esté sumergida en estado crítico. Un contexto que se agravará conforme el crecimiento de las zonas urbanas agote los recursos hídricos cercanos.
En este contexto, llega un nuevo método de desalinización que puede evitar este delicado escenario. La respuesta para el problema de acceso a este recurso potable radica en una técnica del siglo XIX, una máquina desalinizadora eficaz capaz de funcionar con el calor residual de una máquina de aire acondicionado.
Un nuevo estudio publicado en la revista Nature Communications parece haber encontrado el método definitivo para hacer que nuevos sistemas de desalinización sean más simples, consuman menos energía y sean más eficientes que los vistos hasta ahora.
Unos científicos de la Universidad Nacional Australiana han descubierto algo que es un verdadero “cambio de paradigma”, ya que apuesta por un sistema que conserva el agua en fase líquida y considera que será “esencial para sostener la vida humana durante el próximo siglo”. Su forma de proceder no emplea electricidad como otros sistemas, sino el calor ‘moderado’ producido directamente a partir de la luz solar o el calor residual de máquinas como las de aires acondicionados.
España ve llegar un invento que genera agua de la nada
Esto quiere decir que es un sistema más sostenible que los actuales y más simples de aplicar sin tener que recurrir a prensas o fuentes externas de energía. La respuesta que estábamos esperando parece estar detrás de la termoferesis o ‘efecto Soret’.
Una idea para nada nueva. Apareció en el siglo XIX y, de forma muy reducida, es el nombre del fenómeno físico que genera que los componentes de los fluidos compuestos se separen cuando se genere una modificación de temperatura.
“Volvemos al método de desalinización térmica, pero aplicando un principio que nunca antes se había utilizado, donde la fuerza motriz y la energía es el calor”, dijo el Dr. Juan Felipe Torres, jefe del proyecto, en un comunicado.
Agua de la nada, un método que necesitamos en España
El plan ahora es continuar desarrollando este proceso para seguir con las pruebas y, si todo va bien, tener la primera unidad comercial en los próximos ocho años. En definitiva, el invento para generar agua de la nada podría acabar con la feroz sequía que azota España.
