España vivirá un momento histórico para la humanidad. El primer avión supersónico de hidrógeno será probado en su territorio. La startup Destinus, con una de sus sedes en la capital, iniciará en dos años las pruebas de vuelo de su prototipo, una nave de 10 metros potenciada por hidrógeno criogenizado que supera la velocidad del sonido. Un antes y un después para el hombre que tendrá lugar en el año 2026. La previsión es que el prototipo Destinus-3 pueda superar la velocidad del sonido. Será nuestro país el que determine si esta proeza es posible o no.
El prototipo es una aeronave con una longitud de unos 10 metros que podrá volar a velocidades que superan los 1.200 kilómetros por hora. Su combustible será hidrógeno en estado criogénico, o sea, a 250 grados bajo cero. La agencia EFE recogió el testimonio de algunas fuentes de la compañía que aseguran que, al principio, se preveía que las pruebas de vuelo iniciasen este año.
Finalmente, no ha sido así y la fecha de inicio se ha pospuesto dos años. En 2025 se verificarán los sistemas para dejarlo todo a punto de cara a 2026. Mientras tanto, habrá que esperar para deleitarse en ese avión de hidrógeno que podría ser el principio de una nueva era.
Destinus-3 es parte de una secuencia de demostradores tecnológicos que preceden al vuelo hipersónico, programado para 2035. Utilizará queroseno de combustible, como en sus versiones pasadas, pero incorporará un depósito de 1.000 litros para hidrógeno.
Exprimiendo al máximo la tecnología desarrollada, Destinus ha comenzado la comercialización de aeronaves no tripuladas con combustible de aviación para usos duales, o sea, civil y militar. Su primer modelo comenzó su comercialización a finales de 2023 y se espera que entre en servicio un segundo a mediados de este 2024.
Destinus sorprende más allá de su avión de hidrógeno
Destinus, con sede en Suiza y afianzada también en Francia, Países Bajos, Alemania y España, desarrolla vuelos autónomos impulsados por IA y motores de turbina avanzados. Aunque el avión de hidrógeno sorprende y mucho, existen otros proyectos que también son para quedarse con la boca abierta. La empresa siempre va por más y está dispuesta a conseguir cosas grandes.
Para lograr sus objetivos, la corporación ha duplicado su plantilla en el último año y dispone de 170 trabajadores cualificados en todo el mundo, de los que alrededor de 70 están en Tres Cantos (Madrid), en su mayoría ingenieros. Pedro Duque, una pieza importante de la empresa y presidente de Hispasat, entró en 2022 al consejo de administración.
Por otra parte, su consejero delegado es Mikhail Kokorich, un reconocido empresario que el pasado 14 de enero renunció a su ciudadanía de la federación rusa por su desacuerdo con la invasión de Ucrania. Destinus es solo una de sus ocho empresas. Sumado a esto, forma parte del consejo de administración de Cornelius Boersch, uno de los inversores en startups más activos de Europa, y Philipp Rösler, exvicecanciller y exministro de Economía y Tecnología de Alemania.
España apuesta por el hidrógeno y subvenciona Destinus
Con un CV brillante, ha conseguido subvenciones del Gobierno español para dos propuestas valoradas en 26,7 millones de euros que buscan expandir sus capacidades de propulsión de hidrógeno. Esta acción es un ápice da la estrategia del país para transformarse en líder mundial de producción de hidrógeno renovable y dentro del plan financiado por los fondos Next Generation de la Comisión Europea.
La entidad trabaja de la mano del fabricante nacional de motores ITP Acero, al que se unió en 2022. Junto a él desarrolla instalaciones de prueba de motores de hidrógeno, con el que también colabora el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial.
Sea como fuere, España será testigo directo del primer avión supersónico de hidrógeno, un hito con el que se suma relevancia en el mercado internacional. Con cada decisión, nuestro país se encuentra un paso más cerca de reducir su huella medioambiental. ¿Será suficiente para lograr sus ambiciosos objetivos?