Los biopesticidas son productos naturales utilizados para controlar plagas, enfermedades o malezas en cultivos y ambientes agrícolas.
A diferencia de los pesticidas químicos sintéticos, los biopesticidas están derivados de organismos vivos o sus metabolitos, como bacterias, virus, hongos, plantas o sus extractos.
Naranja y canela: la base de biopesticidas no tóxicos para el control de plagas en los cultivos
Investigadores andaluces han confirmado la seguridad ambiental de los extractos de naranja y canela como biopesticidas, un trabajo que certifica que estos compuestos naturales utilizados para el control biológico de plagas no generan toxicidad.
El proyecto de investigación de la Universidad de Almería, que ha financiado la consejería andaluza de Universidad, Investigación e Innovación, ha certificado estos dos compuestos ampliamente usados como biopesticidas y presentes en los extractos o aceites de naranja y canela no persisten en el medio acuático.
Su capacidad de degradarse bajo la luz solar los convierte en aliados idóneos de una agricultura más respetuosa con el medio ambiente. Los compuestos llamados limoneno y trans-cinamaldehído son conocidos por su efectividad como pesticidas naturales, pero no se habían realizado hasta el momento estudios para analizar cómo se producía su degradación, si su acumulación pudiera suponer un problema para el medio ambiente o si se provocan nuevas moléculas tras el contacto con el agua que pudieran ser tóxicas.
Los resultados del estudio, que publica la revista Water, Air, & Soil Pollution, demuestran que ninguno de los dos presenta riesgos. Los expertos han confirmado que estos productos no se acumulan en el agua debido a una degradación relativamente rápida y han validado que, tras la descomposición, no se convierten en amenazas adicionales para los ecosistemas.
«Estos hallazgos refuerzan el argumento de que los biopesticidas pueden cumplir un rol significativo en una agricultura más ecológica y con menor dependencia de químicos persistentes«, ha explicado el investigador de la Universidad de Almería Roberto Romero, coautor del artículo. Los resultados del estudio han confirmado que ambos compuestos tienen una rápida descomposición, ya que el limoneno tarda entre 0,08 y 2,82 días en degradarse y el trans-cinamaldehído entre 1,58 y 13,14.
En concreto, los investigadores querían conocer si estos dos biopesticidas naturales eran seguros para el medio ambiente acuático, para lo que prepararon muestras de agua con los dos compuestos y las dejaron unas expuestas a la luz solar y otras en completa oscuridad.
Los investigadores han utilizado cromatografía de gases y de líquidos acopladas a espectrometría de masas (GC-MS y LC-MS) para, por un lado, separar los diferentes compuestos presentes en la muestra y, por otro, identificarlos analizando su estructura molecular a partir de su fragmentación.
Esta técnica, además de ser muy sensible y detectar pequeñas cantidades, es muy precisa, ya que permite destacar compuestos, aunque no haya una alta concentración. Los expertos plantean ampliar los estudios con otros compuestos y han propuesto incluir la relación de estas sustancias con otros contaminantes para promover su uso.
Y es que estos biopesticidas son considerados más seguros para el medio ambiente y la salud humana, y a menudo se utilizan en prácticas de agricultura orgánica o en programas integrados de manejo de plagas. EFE / ECOticias.com