Once organizaciones ecologistas han reclamado a las administraciones, que pongan en marcha una reforma urgente de la normativa marítima, que tenga como objetivo la reducción del impacto en los ecosistemas de la costa del mar Mediterráneo que está teniendo el imparable y descontrolado crecimiento del número de embarcaciones de recreo y otros aparatos a motor.
Señalan que dicha proliferación ha ido acompañada de comportamientos incívicos, ruido, exceso de velocidad y una creciente sensación de inseguridad para bañistas y buceadores, entre otros, además de una presión creciente sobre calas, playas y zonas no balizadas.
Proteger el medio ambiente y a la gente en la costa mediterránea
El incremento exponencial de embarcaciones recreativas y artefactos a motor —motos de agua, lanchas o yates— en el litoral del Estado español durante las últimas décadas ha generado un fuerte aumento de los impactos sobre los ecosistemas marinos costeros, como el ruido submarino y la contaminación.
Al mismo tiempo, ha intensificado la presión sobre quienes disfrutan del mar de manera más sostenible y vulnerable, como bañistas, practicantes de snorkel o paddle surf, con un claro repunte de las molestias, comportamientos incívicos, accidentes e inseguridad.
Entre los principales problemas, destacan el exceso de velocidad durante la navegación, la masificación y sobreocupación de calas y zonas de baño no balizadas, así como el fondeo de embarcaciones sobre hábitats y especies sensibles.
Por todo ello, una coalición de organizaciones de la sociedad civil del Estado español —compuesta por Alianza Mar Menor, Ecologistas en Acción, Fundación Juan Tábara, GEN-GOB, GOB Mallorca, GOB Menorca, Mallorca Blue, Pacto por el Mar Menor, Salvemos Calblanque, SOS Costa brava y SOS Mar Menor— han lanzado un manifiesto para exigir a las autoridades competentes la adopción de medidas urgentes que frenen esta situación, protejan los ecosistemas marinos y garanticen la seguridad tanto de las personas bañistas como de quienes practican actividades vulnerables en los primeros metros de costa.
La coalición solicita una modificación del Reglamento General de Costas y de la Ley de Navegación Marítima con el fin de reforzar la protección de los valores naturales y patrimoniales del litoral, y asegurar que cualquier uso o práctica en el mar respete estos principios y el acceso igualitario a estos bienes comunes, sin molestias ni peligro.
Cinco puntos propuestos
Las organizaciones sociales y ambientales han desarrollado las siguientes propuestas:
- Reducción de la velocidad costera. Limitación de la velocidad a tres nudos en los primeros 300 metros de costa para reducir molestias —como oleaje, ruido submarino y contaminación sonora—, aumentar la seguridad para las personas y actividades más vulnerables (bañistas, nadadores, snorkels, paddle surf), y proteger los ecosistemas marinos.
- Regulación del fondeo en las zonas de baño no balizadas. Establecimiento de una pequeña franja segura y libre de fondeo en las zonas de baño no balizadas para evitar el fondeo masivo de embarcaciones, las molestias e inseguridad para las personas.
- Cartografía marítima de hábitats protegidos. Uso obligatorio de la cartografía de hábitats marinos protegidos y un sistema de sanciones ágil, ejemplar y realmente efectivo.
- Recursos y mecanismos de control. Aumento de recursos humanos y tecnológicos para poder vigilar y hacer cumplir la normativa.
- Navegación con titulación. Obligatoriedad de titulación y conocimientos necesarios para conducir cualquier embarcación y artefacto a motor. Anulación de la excepción que permite navegar sin título embarcaciones de hasta cinco metros y 15 cv.
Las organizaciones han recalcado que “la normativa vigente ha quedado obsoleta ante los profundos cambios y nuevos desafíos que afrontan nuestras costas. Es urgente y necesario actualizar el marco regulador para adaptarlo a la realidad actual y garantizar un uso sostenible, justo y seguro de nuestro litoral”.
Marta García Pallarés, ha añadido: “Es hora de que nuestras costas dejen de ser una autopista en la que todo vale. Necesitamos medidas y acciones firmes que apuesten por la seguridad de las personas y la protección de los fondos marinos y su biodiversidad”.
Para las organizaciones firmantes es importante que los municipios tomen conciencia de que ante los nuevos retos sociales y ambientales que enfrenta el litoral mediterráneo, la normativa actual ha quedado obsoleta, por lo que debe implantarse un nuevo modelo de gestión de la costa que compatibilice la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas costeros con el uso recreativo del mar. ECOticias.com