Vivimos en un mundo en el cual el cambio climático y el calentamiento global han dejado de ser una amenaza para convertirse en realidad. Y los trabajos verdes pueden ser una de las formas más eficaces de combatir esta problemática, tanto desde la individualidad como del trabajo en equipo.
Los fenómenos meteorológicos extremos, que cada vez son más frecuentes y con peores consecuencias y los problemas medioambientales que los científicos vienen prediciendo (aumento de salinidad y nivel de las aguas de mares y océanos, derretimiento de glaciares y permafrost, desertización) ya son parte de nuestra cotidianidad.
Por otra parte, si bien, ante las irrefutables evidencias, el negacionismo climático está en franca decadencia, debe ser combatido por aquellos que hablen en nombre de la ciencia y el conocimiento y que apliquen soluciones basadas en la naturaleza. Y quienes trabajan en empleos verdes son parte de esa imprescindible ‘contravoz’, tan necesaria para ayudar al planeta a recuperarse del efecto de nuestras propias acciones.
En este contexto muchas personas se preguntan qué tan difícil resulta combinar las convicciones ecológicas con la propia profesión. Esa es una de las razones fundamentales por la que los empleos verdes (que tienen un propósito ambiental directo) están creciendo de manera exponencial en España y en el resto de Europa y el mundo.
Ante el cambio climático, las profesiones se están volviendo progresivamente “verdes” para lograr un modelo de economía sostenible, basado en la economía circular y que en vez de contaminar, ayude a mitigar los efectos del calentamiento global y se una a los que luchan contra el cambio climático y la defensa del planeta.
¿Qué es un empleo verde?
La economía verde es un modelo de desarrollo económico sostenible, que se compromete a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (CO2) y a hacer un mejor uso de los recursos energéticos. En este modelo hablamos de empleos verdes, que buscan proteger el medio ambiente y gestionar adecuadamente los recursos naturales.
Un empleo verde es una profesión que tiene una finalidad directamente medioambiental, es decir que el resultado de su trabajo es positivo y sostenible para la biodiversidad y los ecosistemas, tomando en cuenta cada una de las etapas de las que está compuesto.
Además, también hablamos de empleos “verdes” cuando nos referimos a una profesión potencialmente interesada en la integración de las cuestiones medioambientales, aunque las funciones ejercidas no tengan una finalidad medioambiental directa, o lo que es lo mismo tene un empleo sostenible y verde en sectores como la agricultura, la construcción, el transporte o la industria.
Hoy en día, permanecer fiel a las propias convicciones ecológicas se está convirtiendo en una condición para aceptar un trabajo o incluso para elegir qué estudiar. Según el Foro Internacional de Jóvenes y Empleos Verdes (FIJEV), estas profesiones son los empleos del futuro y contribuyen a:
- Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), al tiempo que se reduce el consumo de energía y el uso de materias primas.
- Proteger y restaurar los ecosistemas.
- Crear las condiciones para la adaptación al cambio climático.
- Combatir las consecuencias de las acciones antropogénicas.
- Fomentar la resiliencia climática y energética.
Empleos verdes en cifras mundiales
La urgencia del cambio climático y los problemas ambientales también afectan al mundo del trabajo. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT):
- El equivalente a 72 millones de empleos a tiempo completo podría perderse para 2030 como resultado del cambio climático
- Hoy en día, 1.200 millones de empleos en todo el mundo se ven directamente afectados por el medio ambiente.
- Adoptando una economía circular se podrían crear 6 millones de empleos
Los empleos verdes están creciendo en España gracias al enorme empuje que están teniendo las energías renovables, a la concienciación de la gente de la necesidad de gestionar los residuos de forma correcta y a la decidida apuesta que hay por la implementación de una economía circular.
También influye en el proceso, la disminución en el nivel del negacionismo climático y a la evidencia de que todos somos necesarios a la hora de combatir el calentamiento global y sus nefastas consecuencias.