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sábado, junio 3, 2023

Los peces siguen amenazados

Si bien se están tomando medidas contra la sobrepesca, las amenazas sobre los peces no disminuyen. Esto se debe a que el calentamiento global en vez de disminuir se agrava. Y eso no es bueno para nadie.

Nuevos estudios

Los peces siguen amenazados. La protección de los peces se debate entre corrientes contrarias y dicotomías. Según un informe reciente, la sobrepesca está disminuyendo a nivel mundial. Pero las cifras que se refieren a las consecuencias del calentamiento global, son cada vez más nefastas. Por tanto, lo que se avanza por un lado se retrocede o estanca por el otro.

Por un lado, está claro que el objetivo europeo de prácticas 100% sostenibles en 2020 aún no se ha alcanzado. Pero la situación además es muy diferente según las regiones. En el Atlántico nororiental se destaca que ‘sólo’ permanezca un 28% de las poblaciones en estado de sobreexplotación.

Desde 2007 se realiza una monitorización exhaustiva de la biomasa de los peces con mayor demanda. Y su cantidad en 2020 había aumentado un 33%. Comparándolo con las cifras de principios de los años 2000. Para el resto de poblaciones se especula que podría haber un aumento de hasta el 50%, en promedio.

El Mediterráneo está muy mal

A pesar de que ha habido leves signos de mejora en los últimos años. La situación general del Mediterráneo sigue siendo muy preocupante. Y el sector ‘europeo’ es el que peor lo lleva. La presión pesquera sigue siendo muy alta en esta zona. Casi el doble del valor objetivo recomendado para una gestión sostenible.

De las 34 poblaciones de peces evaluadas, 29 siguen estando sobreexplotadas. Esto implica el 86%. Pero lo más preocupante es que muchas de las especies todavía no se controlan lo suficiente. Y ello implica que, la situación podría ser aún mucho peor de lo estimado. La sobrepesca sigue siendo un problema grave en las costas mediterráneas, se diga lo que se diga. En nuestro país queda mucho por hacer pera proteger y mejorar la pesca sostenible en España.

Los peces siguen amenazados. Se ha comprobado que los peces experimentan distribución alterada, niveles de alimento reducidos, retraso en el crecimiento y mucho más. También se ven afectados por la acidificación y por el exceso de CO2 disuelto en las aguas. Consecuencias ambas del cambio climático y del consiguiente calentamiento global.

Este fenómeno provoca una disminución de la concentración de carbonato de calcio en el agua. Este es un elemento necesario para el plancton, los corales y los moluscos. Pero también resulta imprescindible para otros organismos marinos ‘calcificadores’. Estos lo emplean para construir sus caparazones o sus esqueletos.

Los peces siguen amenazados

En los océanos más de lo mismo

El aumento de la temperatura del agua también limita la mezcla entre las capas superiores y las capas más profundas del océano. Esta situación reduce los niveles de oxígeno. Lo cual afecta directamente a la cantidad de plancton disponible. Y dado que este es el primer eslabón de la cadena alimentaria mundial, las consecuencias son globales y desastrosas. Los peces siguen amenazados.

Basándose en modelos climáticos establecidos por el IPCC. Los científicos han calculado que la disminución de la biomasa de los animales marinos podría alcanzar un 20% de media, a finales de siglo. Si no hay un cambio drástico en la disminución de las emisiones de gases contaminantes. De nada servirá que se bregue por la pesca sostenible. En poco tiempo no quedarán peces que proteger. Ni que capturar.

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