España avanza con paso firme hacia una nueva generación de tecnología avanzada gracias a una apuesta estratégica: el desarrollo de microchips basados en materiales alternativos al silicio. Esta iniciativa, articulada en torno a una planta pionera impulsada con apoyo público y colaboración industrial, busca situar al país en la vanguardia de un sector dominado durante décadas por un único elemento.
La transición hacia nuevos materiales —como el carburo de silicio, el nitruro de galio o compuestos emergentes de última generación— abre la puerta a chips más eficientes, resistentes y adaptados a las necesidades energéticas de la economía del futuro.
El silicio ha sido la base de la revolución digital, pero se acerca a sus límites físicos y térmicos. Los dispositivos actuales requieren mayor potencia, menor consumo y una capacidad de operar en entornos extremos, desde vehículos eléctricos hasta infraestructuras críticas.
Materiales alternativos como base para la fabricación de microchips
El Gobierno ha invertido 9,5 millones de euros en la empresa española Ideaded para completar la primera planta piloto del país dedicada a microchips basados en materiales alternativos al silicio, una tecnología estratégica para la inteligencia artificial, la computación avanzada y la defensa.
La transición hacia nuevos materiales —como el carburo de silicio, el nitruro de galio o compuestos emergentes de última generación— abre la puerta a chips más eficientes, resistentes y adaptados a las necesidades energéticas de la economía del futuro.
La operación, firmada por la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT), se financia con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y forma parte del PERTE Chip, que busca reforzar el liderazgo industrial y tecnológico de España y desarrollar un ecosistema nacional de microelectrónica.
La inversión permitirá adquirir nueva maquinaria y alcanzar una capacidad de 50 obleas mensuales en la planta de Viladecans, cuya primera oblea se prevé para 2026. Ideaded también producirá hasta 300 millones de antenas RFID al año mediante procesos un 300% más eficientes y sostenibles.
Con menos de una veintena de fábricas en el mundo que trabajan con materiales alternativos al silicio, este proyecto sitúa a España entre los países pioneros en tecnologías beyond silicon.
El apoyo del Plan de Recuperación contribuye así a fortalecer la autonomía estratégica europea y a acelerar la innovación industrial en el sector de los semiconductores.
PERTE Chip
La inversión en Ideaded se articula a través del PERTE Chip, uno de los proyectos tractores del Plan de Recuperación, y respaldado por financiación de la Unión Europea —fondos Next Generation EU—.
La SETT es la entidad encargada de ejecutar este programa dentro del Plan de Recuperación, junto con otros instrumentos financieros como Next Tech —orientado a tecnologías disruptivas— y Spain Audiovisual Hub, centrado en la digitalización del sector audiovisual.
Con esta actuación, el Plan de Recuperación continúa impulsando proyectos transformadores que fortalecen la autonomía estratégica española y europea, promueven la innovación sostenible y trasladan avances tecnológicos al mercado, contribuyendo al liderazgo industrial del país en un sector clave para el futuro de la economía global.
La inversión en Ideaded se articula a través del PERTE Chip, uno de los proyectos tractores del Plan de Recuperación, y respaldado por financiación de la Unión Europea —fondos Next Generation EU—.
La planta española aspira a cubrir un espacio estratégico en la cadena de valor europea, reduciendo la dependencia exterior y contribuyendo a la autonomía tecnológica del continente.
Este proyecto demuestra que España no solo quiere participar en la revolución de los semiconductores, sino liderar una parte esencial de ella. Apostar por materiales alternativos no es una simple diversificación: es una declaración de intenciones frente a un sector que está redefiniendo el mapa tecnológico global. Seguir leyendo en ECOticias.com
















