La construcción de la futura ciudad deportiva del Girona FC está generando tensión entre entidades agrarias y el ayuntamiento del municipio que la acogerá. El proyecto se plantea en la última llanura agrícola de regadío de Vilablareix, en la provincia de Girona. Una zona catalogada como suelo de especial valor agrícola.
Unió de Pagesos, los Naturalistes de Girona y Ecologistes de Catalunya exigieron ayer martes, en una rueda de prensa, la retirada inmediata de la modificación urbanística que permite levantar las nuevas instalaciones del club futbolístico. Aseguran que el plan afecta a 17 hectáreas de alto valor agrícola y que pone en riesgo la biodiversidad y la capacidad de producción alimentaria local.
El plan incluye ocho campos de fútbol, un estadio, oficinas, gimnasio y otros espacios, todo ello en un entorno rural sin transporte público ni infraestructuras adecuadas. Según estos colectivos, se está impulsando “un modelo expansivo obsoleto”, basado en el consumo de territorio, alejado de los criterios de sostenibilidad.
ONG se oponen a los planes del Girona FC
El sindicato Unió de Pagesos y dos entidades ecologistas han expresado recientemente su rechazo al proyecto de ciudad deportiva del Girona FC en Vilablareix y denuncian pérdida de suelo agrícola, riesgo para especies de aves protegidas, contaminación lumínica y alteración de la riera Masrocs.
La petición pasa por una protección efectiva del suelo agrícola y que se desestime el proyecto bajo el argumento de que afecta a 17 hectáreas de suelo no urbanizable de máxima calidad. «Un espacio clave para la biodiversidad, la resiliencia ambiental y la soberanía alimentaria», han manifestado los representantes de Unió de Pagessos, Associació Naturalistes de Girona y Ecologistes de Catalunya.
Todos han reprobado que no se hayan estudiado ubicaciones alternativas en suelos urbanos, urbanizables o en polígonos industriales vacíos que disponen de infraestructuras como carreteras o acceso a transporte público de la que carece la ubicación en Vilablareix.
Sindicato y entidades entienden que se trata de un proyecto “desproporcionado”, que prevé la construcción de ocho campos de fútbol, un estadio, oficinas, gimnasio, salas médicas y otros equipamientos en este municipio vecino a la capital gerundense. «Un modelo de desarrollo expansivo obsoleto, especulativo y contrario a los criterios actuales de sostenibilidad y ordenación del territorio«, han añadido a través de un comunicado.
Todas estas organizaciones han denunciado que «la modificación urbanística se ha hecho a medida de un club privado, con una nueva clave específica que lo exime de cesiones, compensaciones y retornos al municipio». Además, consideran que el proyecto se ha fragmentado deliberadamente «para evitar una evaluación ambiental global, incumpliendo así los principios de transparencia y legalidad».
Unió de Pagesos, Naturalistes de Girona y Ecologistes de Catalunya observan que el proyecto genera un amplio rechazo social, con cerca de setecientas personas, que equivalen al 20 % de la población de Vilablareix, que han firmado en contra. Además, recuerdan que el pasado julio ya presentaron un contencioso-administrativo contra la primera fase de la obra, aún pendiente de resolución. EFE / ECOticias.com