Aunque no todos los gadgets son ideales para todo el mundo, lo cierto es que siempre hay algo interesante para cada persona, y por eso cada vez son más los dispositivos inteligentes que tenemos esparcidos por la casa y conectados a nuestro router.
Mayor consumo energético
Esto ha hecho que se disparen las alarmas por el potencial aumento del consumo eléctrico de nuestro hogar inteligente. Estos nuevos gadgets, además de ser nuevos dispositivos enchufados a nuestra red eléctrica, acostumbran a estar disponibles las 24 horas y permanentemente conectados a nuestro router, lo que aumenta todavía más su consumo y puede hacer no solo que nuestra factura de la luz sea más elevada, sino también que aumenten las emisiones de CO2 necesarias para producir esa electricidad que consumen.
Mayores riesgos en materia de ciberseguridad
A esto hay que añadir que muchos de estos dispositivos están continuamente escuchando lo que decimos o grabando imágenes en vivo de lo que ocurre en nuestra casa, en función del tipo de dispositivo del que se trate. Esto significa que, aunque en principio sean dispositivos pensados para nuestra conveniencia, esta conveniencia implica un consumo más elevado de electricidad y un riesgo añadido a nuestra privacidad, que deberemos mitigar utilizando servicios de ciberseguridad para el hogar como NordVPN, capaces de encriptar y proteger la información gestionada por este tipo de gadgets.
El ahorro energético es posible
Sin embargo, hay razones para ser optimistas con respecto a la facilidad para integrar estos dispositivos de forma segura y ecológica en nuestro día a día, especialmente si estamos concienciados en materia energética y elegimos para nuestro hogar los dispositivos adecuados para proteger el medio ambiente. En este sentido, contamos con diversas opciones que van desde la elección de dispositivos con un consumo eléctrico reducido, hasta la instalación de luces o radiadores inteligentes que, de hecho, pueden hacernos consumir mucha menos electricidad que la que consumíamos antes de adquirirlos.
Los dispositivos A++
Una de las principales medidas de ahorro por las que podemos optar es, por supuesto, la compra de dispositivos con un rendimiento energético A++, que consumirán mucho menos electricidad que otros con un rendimiento energético menor. Esto es especialmente importante a la hora de comprar dispositivos inteligentes de alto consumo como hornos, lavadoras o secadoras, pero realmente es útil en cualquier dispositivo que tengamos conectado a la red eléctrica de nuestro hogar.
Dispositivos de ahorro energético inteligente
Además, contamos con la posibilidad de hacer un ahorro mucho más extensivo del consumo de electricidad que hagamos en nuestro hogar mediante la instalación de dispositivos de ahorro inteligente como las luces o la calefacción.
Luces inteligentes
Las luces inteligentes pueden programarse para que se apaguen después de una hora determinada, o para que solo se enciendan cuando haya alguien en una habitación.
De esta manera, y pese a que los sensores suponen un cierto consumo extra, el ahorro potencial que puede conseguirse con estas luces inteligentes es bastante elevado en los entornos amplios con mucha iluminación, ya que un solo sensor es suficiente para activar o desactivar numerosas luces de manera simultánea.
Calefacción inteligente
En cuanto a la calefacción, un sistema de calefacción inteligente nos sirve para poner a calentar la casa apenas media hora antes de que lleguemos, para no tener que encontrarla helada al entrar. Esto evita un pésimo hábito que tienen muchas personas: el de dejar la calefacción encendida al irse a trabajar, para encontrar la casa a buena temperatura al volver. Este hábito supone malgastar la electricidad de la calefacción durante muchas horas, pero un sistema de calefacción inteligente nos permite regular la temperatura evitándonos este gasto y, además, minimizando el consumo eléctrico durante el tiempo en que esté encendido.
En definitiva
Además de la compra de electrodomésticos de consumo energético reducido, tenemos la posibilidad de incorporar en nuestro hogar dispositivos inteligentes que nos ayuden a reducir nuestro consumo eléctrico. Ambos son buenos ejemplos de cómo los dispositivos inteligentes pueden reducir de forma notable nuestro consumo eléctrico, contribuir a la preservación del planeta y, de paso, ahorrarnos algo de dinero en la factura de la luz a final de mes.