Este tipo de cosmética reduce o elimina el uso de aditivos químicos, las plantas empleadas en su fórmula proceden de la agricultura ecológica y de esta forma pueden prometer un mayor respeto por el cuidado personal y el del entorno.
Pueden darse muchas otras situaciones, pero estoy segura que TODOS nos hemos visto en alguna de estas circunstancias cuando decidimos que no solo queremos que nuestra comida y utensilios de cocina sean ecológicos, sino que queremos que los productos que usamos para limpiarnos, protegernos del sol, perfumarnos y ponernos en la piel sean también ecológicos.
Marga Roldán, especialista en cosmética natural y ecológica, nos revela los aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de elegir un buen cosmético natural y ecológico. No te dejes engañar, que no te den tóxicos por econatural.
Cuando vas a comprar cosmética eco, bio, natural… en definitiva SIN TÓXICOS te sucede que:
- Vas a una tienda ecológica, física o virtual y compras siguiendo tu instinto y lo que te resulta atractivo o seguro.
- Vas a una tienda ecológica y te pones a mirar los ingredientes que lleva y no entiendes nada de lo que está ahí escrito. Acabas cogiendo lo que huele bien y te entra por los ojos.
- Buscas que el cosmético tenga un sello de garantía “ecológico”. De los sellos en la cosmética econatural hablaremos en otro post; es un tema bastante complejo de explicar.
- Decides investigar un poco más y vas a tiendas especializadas, farmacias o tiendas ecológicas, teniendo claro que hay palabrejas que no deben aparecer en tus cosméticos. Evitas esas palabras y compras los que no las llevan.
- Vas a una tienda y pides un cosmético “ecológico” que sirva para lo que necesitas.
Pueden darse muchas otras situaciones, pero estoy segura que TODOS nos hemos visto en alguna de estas circunstancias cuando decidimos que no solo queremos que nuestra comida y utensilios de cocina sean ecológicos, sino que queremos que los productos que usamos para limpiarnos, protegernos del sol, perfumarnos y ponernos en la piel sean también ecológicos.
Y llega ese momento en que felizmente estás haciendo un consumo “ecológico” y “responsable” de cosméticos y te sientes mejor contigo mismo hasta que un día te preguntas ¿qué lleva ese producto que te estás poniendo en la cara y qué diferencia hay con los del supermercado o la farmacia; a parte del precio?
Entonces empiezas a investigar y te das cuenta que no entiendes nada y que es un lío tremendo. ¿Qué significan esos nombres, en algunos casos impronunciables y por qué son los ingredientes del producto que estas usando?
Y decides:
- No me entero de nada, pero esto será bueno: PONE ECOLÓGICO en la etiqueta.
- Da igual, me encanta como huele… aunque la verdad el champú de la tele me dejaba el pelo mucho mejor.
- Lupa en mano te pones a investigar, buscas en las redes, libros, todo lo que encuentras, preguntas… TE DESESPERAS.
- Piensas que esto es un “timo” y vuelves a comprar la crema del supermercado que te dejaba las manos maravillosas y además ¡LLEVA ACEITE DE OLIVA!… lo pone en la etiqueta.
Como sucedía antes… las posibilidades son infinitas, pero la sensación de no saber realmente lo que estamos comprando creo que resume claramente el sentimiento que se genera. Algunos tardamos más o menos en sentirnos así, pero todos hemos pasado por ese momento.
¡Tranquilidad! Ante todo no pienses que eres ignorante o que te han tomado el pelo. Se trata de algo tan sencillo como la falta de información y la falta de claridad dentro del mundo de la cosmética en general y en nuestro caso de la cosmética econatural en particular.
Para que nunca más vuelvas a estar en una situación así, voy a contarte qué es la auténtica cosmética econatural, basándome en mi experiencia y en los conocimientos adquiridos durante estos años. Gracias a grandes profesionales que han compartido conmigo conocimiento he podido formarme un criterio para elegir un buen cosmético. Y estoy segura que puede ayudarte a ti también.
¿Qué es un cosmético?
Según el Reglamento Europeo de Cosméticos (Reglamento CE 1223/2009) “Un cosmético es toda aquella sustancia o preparado destinado a ser puesto en contacto con las diversas partes superficiales del cuerpo humano (epidermis, sistema piloso y capilar, uñas, labios y órganos genitales externos) o con los dientes y mucosas bucales. Con el fin exclusivo o principal de limpiarlos, perfumarlos, modificar su aspecto o mantenerlos en buen estado”
Por lo tanto una crema que se anuncia como “crema para quitar el dolor de articulaciones” no podría considerarse como cosmético sino como medicamento.
Cuando decimos cosméticos y productos de higiene personal, estamos hablando de lo mismo, según la definición que da la ley. Pues los productos de higiene personal tienen como función principal limpiar las superficies donde nos los ponemos.
Un cosmético no es solo un producto que usamos para decorar la piel; modificar nuestro aspecto. Un cosmético también es una pasta de dientes, una pastilla de jabón, un champú o una crema solar. Productos que usamos cada día.
¿Y un cosmético econatural?
En su momento pensé que la palabra ecológico para un cosmético no era muy acertada en la gran mayoría de los casos y cansada de tener que decir o escribir cosmética natural y ecológica, surgió la palabra “econatural”.
Un cosmético econatural puede tener:
- Todos sus ingredientes naturales: todos aquellos ingredientes que pueden ser naturales. ¿A qué me refiero con que pueden ser naturales? Por ejemplo: en un jabón es necesario usar la sosa (hidróxido de sodio; creado con minerales que han sufrido un proceso de electrolisis) para que se produzca la saponificación (reacción entre la sosa y los aceites que da lugar al jabón). Este ingrediente no se puede considerar natural; ¡pero que nadie se asuste! en los jabones econaturales no queda ni rastro de este ingrediente.
- Algunos de los ingredientes naturales son ecológicos: han sido cultivados de forma ecológica.
- Todos los ingredientes de origen natural son ecológicos: todos esos ingredientes que pueden ser calificados como naturales (como sucedía en el punto 1) son cultivados de forma ecológica.