Las bayas son algunos de los mejores superalimentos que puedes elegir para tener una buena salud. Los más conocidos son: arándanos, cerezas, moras, grosellas y frambuesas, a los que también se los conoce como frutas rojas y azules y/o frutos del bosque.
Fuente de antocianinas
El término proviene del griego y significa anthos + kyáneos = flor azul y esto se debe a que las antocianinas son responsables de dar color a las bayas, desde el rojo al azul, ya que es un pigmento hidrosoluble que se almacena en más vacuolas a nivel celular. También está presente en otras plantas, en las que colorea hojas, frutos y hojas.
Químicamente son flavonoides glucósidos de las antocianidinas, lo que significa que gracias a un enlace glucosídico tienen una molécula de un glúcido (azúcar). En los vegetales las antocianinas tienen una gran variedad de funciones, ya que intervienen en la protección de las plantas contra la radiación ultravioleta del sol y también atraen a los polinizadores.
Los beneficios de las antocianinas son múltiples, por ello se considera superalimento a muchos de los vegetales que las poseen. Entre sus virtudes salutíferas destaca el hecho de que son inmunoestimuladoras naturales, que ayudan a fortalecer los sistemas de protección del cuerpo.
También son antioxidantes, por lo que protegen los capilares (los vasos sanguíneos más diminutos), acelerando el flujo sanguíneo y ayudando a los linfocitos a llegar a donde el cuerpo los necesita. Este efecto antioxidante también promueve una buena circulación de la linfa, que se mueve a través de su propia red de canales.
Los increíbles polifenoles
De entre estas sustancias presentes en las bayas y en otros superalimentos, en este caso destacan los ácidos hidroxicinámicos y los hidroxibenzoicos, que no suelen presentarse como ácidos libres, sino que se los halla conjugados en forma de glucósidos, glicósidos y ésteres y tienen una amplia gama de beneficios.
Ingerir superalimentos que contienen polifenoles es una excelente idea, especialmente para aquellas personas que tienen alguna afección cardiovascular o son propensos a padecerlas, puesto que mejoran el perfil lipídico de quien los consume, presentan importantes efectos vasodilatadores y combaten el colesterol ‘malo’. También ayudan a prevenir la formación y acumulación de adipocitos y los problemas de tensión alta (hipertensión).
Los maravillosos taninos
Estas sustancias que dan un ligero sabor astringente a las bayas, especialmente cuando aún no están del todo maduras, son excepcionales agentes antibacterianos y antisépticos, en especial los arándanos contienen grandes cantidades de taninos y se recomienda su consumo a personas que sufren de problemas renales e infecciones urinarias frecuentes.
Los científicos creen que los taninos inhiben el crecimiento de ciertos organelos, que bacterias como la Escherichia coli emplean para adherirse a las paredes del tracto urinario y de este modo impiden que las infecten. Los taninos también contienen otras sustancias llamadas catequinas, que sirven como escudo contra ciertos cánceres.
Más fitoquímicos beneficiosos
El consumo de bayas aporta diversos tipos de fitoquímicos que tiene innumerables propiedades. Contienen fibra vegetal, un elemento muy importante para mantener una correcta funcionalidad del tracto intestinal, especialmente del colon, evitando situaciones de atonía y/o de estreñimiento.
El ácido elágico también está presente en la mayoría de estos superalimentos. De esta sustancia se conocen sus propiedades antioxidantes y que retrasa la aparición de cánceres en personas con alta propensión. Se considera desde la antigüedad, que comer bayas reduce la posibilidad de contraer este mal.
Las bayas como las moras, los arándanos, las cerezas o las grosellas tienen muy bajos contenidos calóricos, por lo que si se quiere adelgazar se recomienda incluir en la dieta diaria al menos un puñado de estos superalimentos, ya sean solos o integrando algún plato dulce o salado.