Diversos estudios científicos han demostrado que reducir la sal en la dieta puede tener un impacto directo en la salud cardiovascular, disminuyendo hasta en un 25 % el riesgo de sufrir un ictus. El consumo excesivo de sodio está estrechamente relacionado con la hipertensión arterial, uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cerebrovasculares y cardíacas.
Por ello, los expertos en nutrición y salud pública insisten en la importancia de moderar la ingesta de sal como parte de una alimentación equilibrada y preventiva. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no superar los 5 gramos de sal al día, una cantidad que equivale aproximadamente a una cucharadita.
Sin embargo, en muchos países el consumo medio duplica o incluso triplica esa cifra, debido sobre todo a la presencia de sodio oculto en alimentos procesados, embutidos, panes industriales y comidas preparadas. Reducir su uso en la cocina y optar por alimentos frescos puede mejorar significativamente la presión arterial y la salud vascular.
Cuidado con la sal si no quieres sufrir un ictus
Reducir la ingesta de sal puede bajar la presión arterial y reducir en un 25 % el riesgo de ictus, según ha informado el Departamento de Salud, que ha vuelto a hacer hincapié en la prevención como una de las herramientas principales para evitar una enfermedad que el año pasado afectó a 7.500 vascos.
El Servicio Vasco de Salud, Osakidetza, ha conmemorado este miércoles el Día Mundial del Ictus con la celebración en el Hospital Donostia de una jornada de sensibilización, abierta a la ciudadanía, centrada en el consumo de sal y su relación con la hipertensión y el ictus.
En este contexto, Osakidetza ha recordado en un comunicado que la hipertensión arterial es el principal factor de riesgo modificable, tanto para el ictus isquémico como para el hemorrágico, y ha puesto de relieve que el consumo excesivo de sal está directamente asociado con el aumento de la presión arterial.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir 5 gramos de sal al día, sin embargo, el consumo medio en Euskadi es de 9,6 gramos diarios.
Osakidetza ha explicado que eliminar la sal de las comidas es una recomendación habitual en pacientes con hipertensión, pero ha reconocido que la adherencia a esta pauta es baja. Por ello, ha recordado, que existen sustitutos de sal que facilitan su cumplimiento y que, además, han demostrado reducir el riesgo de ictus y enfermedades vasculares.
Durante la jornada organizada en el Hospital Donostia, se han repartido bolsitas con sustitutos saludables de la sal para fomentar un cambio de hábitos alimentarios y sensibilizar sobre la importancia de la prevención a través de la alimentación.
Entre ellos, destacan la sal hiposódica (en la que parte del sodio se reemplaza por potasio), las mezclas de hierbas aromáticas con bajo contenido en sal, la sal de salicornia o la levadura nutricional, entre otros.
Además de la actividad de sensibilización, Osakidetza ha puesto en marcha este octubre en el Hospital Universitario Donostia la Escuela de Ictus, un proyecto que implica activamente a pacientes y personas cuidadoras en el proceso de recuperación y autocuidado.
Hasta el momento, cerca de 50 familias han participado en esta iniciativa, en la que profesionales de distintas disciplinas ofrecen formación sobre el control de factores de riesgo, la rehabilitación, la alimentación saludable y la mejora de la calidad de vida tras un ictus.
El ictus se presenta de forma brusca y da lugar a la pérdida de funciones cerebrales a consecuencia de una alteración vascular, provocando en gran medida distintos grados de discapacidad, con graves repercusiones sociales.
Osakidetza atendió por este motivo en 2024 a cerca de 7.500 personas, el 53,2 % hombres y el 46,8 % mujeres. Más de la mitad de los pacientes, cerca de 4.000, tenía más de 75 años, y el 42 % de los casos registrados pertenecían a personas de entre 46 y 75 años. Pese a que se observa un leve descenso en el número de casos respecto a años anteriores, el dato más relevante es la reducción continuada de la mortalidad, con un descenso medio del 2,8 % anual en la última década.
Osakidetza considera que esta reducción de la mortalidad está directamente relacionada con los avances en los tratamientos y la rápida intervención gracias al Plan de Atención a Pacientes con Ictus en Euskadi, puesto en marcha por el Departamento de Salud. EFE / ECOticias.com
 
			 
			













