Santiveri es una de las empresas clásicas del sector ecológico. Nos gusta hablar con los principales responsables de las grandes empresas, y de las pequeñas, para tomarle el pulso al sector ecológico. Ellos saben mejor que nadie lo que se cuece entre bambalinas.
Marta Mauri Miranda es licenciada en administración y dirección de empresas por ESADE y acumula una experiencia de más de 20 años en empresas de alimentación, tanto multinacionales como PYMES, con responsabilidades en el área de marketing y trade marketing. Es la responsable de alimentación ecológica de Santiveri desde el año 2014.
Santiveri es una de las empresas clásicas del sector ecológico. Nos gusta hablar con los principales responsables de las grandes empresas, y de las pequeñas, para tomarle el pulso al sector ecológico. Ellos saben mejor que nadie lo que se cuece entre bambalinas.
-¿Cuándo y por qué Santiveri decide apostar fuerte por el sector “bio”?
-Respetar la naturaleza y hacer los alimentos lo más ecológicos posible forma parte de la filosofía Santiveri desde su fundación en 1885. Pero, como sabemos, la primera normativa española de alimentos “bio” es de 1989 y Santiveri obtiene su primera certificación ecológica el 30 de abril de 1996: se trataba de unas galletas “bio”. Sin embargo unos años antes, en 1992, ya había empezado a comercializar productos “bio” de otras empresas. Pero en 2001, tras una etapa de maduración del mercado y una campaña de divulgación para dar a conocer las ventajas y la importancia de los productos ecológicos, Santiveri inicia un incremento progresivo de su catálogo orgánico con el objetivo de adaptar todos los productos de alimentación y cosmética natural a la normativa “bio”, y de incorporar progresivamente los complementos nutricionales con sello “bio”. Actualmente el 45% del portfolio de Santiveri es ecológico.
CATALUNYA
-¿Por qué crees que el sector ecológico catalán ha sido el motor del movimiento “bio” en España?
-Existen quizá varios motivos. Siempre hubo un movimiento pionero en Catalunya expresado a través de antiguas publicaciones como “Ajoblanco”, “Alfalfa”, y de una manera más amplia con la revista “Integral”, pero fue sin duda la Asociación Vida Sana la que más claramente contribuyó a la difusión de la agricultura biológica en todo el país. Puede que la situación geográfica de Catalunya haya permitido recibir mejor la influencia francesa, muy marcada en los años 70 por estas corrientes, y también puede haber contribuido su tradición “pagesa”, de pequeños agricultores enamorados de la tierra, bien predispuestos a preservar sus variedades locales. Por otra parte, el indudable espíritu emprendedor de Catalunya no ha sido excepción en este caso, sino al contrario. Por ello algunas de las empresas de mayor referencia del sector encontraron en Catalunya una tierra “fértil”, por lo que claramente se ha constituido en una zona de vanguardia.
-¿Cómo veis el actual estado del sector ecológico en Catalunya y en el resto del estado? ¿Hacia dónde vamos?
-Cada vez es más conocido y está más presente en todos los ámbitos de la sociedad. En ese sentido se podría hablar de un buen momento, pero no hay que relajarse porque aún queda mucho por hacer. De hecho, el gran reto es que no se convierta en una especie de moda o de producto de élite y conseguir que cada vez sean más las personas que optan por este tipo de consumo, más consciente y responsable. El sector debe dar respuesta a las nuevas demandas de los consumidores y estar preparado para enfrentar las nuevas tendencias.
LOS CAMBIOS
-¿Cuáles son los principales cambios que se han dado en los últimos años y cuáles son los que se van a dar en el futuro a corto plazo?
-Estamos en un momento de expansión, en el que se puede apreciar una rápida evolución del sector. En los últimos años hemos asistido a la aparición de supermercados y cadenas de tiendas ecológicas. Cada vez son más las empresas que acuden a nuestro sector porque incorporan productos ecológicos y los canales tradicionales también se han sumado a esa oferta. Lo que resulta más difícil es aventurar cómo se desenvolverá el futuro, pero seguramente, como ha ocurrido con otras corrientes, irá impregnando todos los ámbitos sociales. Lo que ahora se puede plantear como un lujo (comedores escolares, menús hospitalarios, etc.) llegará a percibirse como un derecho y, en el camino, se contribuirá a mejorar los hábitos de salud de las personas. Nosotros apreciamos claramente esta transformación en nuestros clientes. Las consultas que nos trasladan denotan un nivel de información y conocimiento cada vez más elevados.
-¿Qué crees que tiene que ocurrir para que en Catalunya y España se dé el esperado “boom” de los alimentos ecológicos? ¿Qué falta? ¿Apoyo de la Administración?
-Una mayor concienciación por parte de todos. Igual que ha ocurrido en otros ámbitos como la gestión de residuos o la conservación de espacios a nivel medioambiental, primero han sido unos pocos los que han alertado sobre su importancia. Poco a poco la sociedad va tomando conciencia y llega un momento en que el número de personas sensibilizadas puede conseguir un cambio de valores a nivel social. Dentro de la Administración, hay muchas personas que son consumidoras de productos ecológicos y estarían dispuestas a apoyar su difusión, pero a niveles institucionales todavía pesan más otras cuestiones porque aún falta madurez en nuestra sociedad. Arrastramos un retraso evidente con respecto a otros países como Austria, Dinamarca o Suiza, donde al consumo de estos productos está plenamente instaurado en la vida cotidiana de sus ciudadanos. Es cuestión de tiempo que aquí ocurra lo mismo y es necesario seguir trabajando para conseguirlo.
DISTRIBUCIÓN
-¿En qué zonas del estado vendéis más y mejor?
-Santiveri es una empresa que opera en toda España y distribuimos y vendemos a nivel nacional. De todas formas hay zonas de España que han entrado mucho más fuerte dentro del sector biológico como serían Catalunya, Levante, Madrid y País Vasco y, si nos referimos única y exclusivamente a los productos biológicos, es en estas mismas zonas donde tenemos una mejor evolución. También son zonas donde las grandes cadenas especializadas en productos ecológicos están mejor representadas y donde están abriendo mayor puntos de venta con lo que todo ayuda a que el consumidor se vaya familiarizando más con estos productos y los vaya incorporando de forma más habitual en su cesta de la compra.
-En todos estos años, ¿cuál ha sido la joya de la corona de Santiveri?
-Podríamos decir que somos especialistas en la elaboración de panes, tostadas y galletas. Pero, concretamente, diría que el producto estrella actualmente es la gama de Galletas Bio hechas con ingredientes biológicos y siguiendo las recetas tradicionales. Nuestra gama es sin huevo, sin lactosa y sin levadura y con alto contenido en fibra, pero, sobre todo, son ecológicas y veganas. Fabricamos una gran variedad de galletas biológicas desde una gama Digestive, galletas con chia, Galletas Florenitas con aroma de limón y también unos deliciosos roscos (Original y Espelta) todos hechos con aceite de oliva y girasol. Además, una de nuestras galletas Digestive es sin gluten y libre de los 14 alérgenos de obligada declaración en al UE. También hemos desarrollado una gama de tostadas ligeras con variedades tanto dulces como saladas. “Bio” y veganas, estas deliciosas tostadas son muy crujientes y con muy pocas calorías, lo que las hace ideales para cualquier momento del día y como sustituto del pan. Además, con una amplia selección de referencias que son sin gluten.
CRISIS
-¿Qué opináis en Santiveri de que algunas de las empresas “bio” más conocidas del estado español estén siendo compradas por grandes empresas europeas o por fondos de inversión?
-Debido a la crisis general que se ha vivido los últimos 5 años, muchas empresas del sector ecológico han tenido que enfrentarse a muchas dificultades y la verdad es que no es un sector que esté especialmente “mimado” por la Administración. Pero Santiveri, desde sus orígenes, siempre ha apostado por estrategias sostenidas de largo alcance, y no por obtener resultados inmediatos que hace que podamos transitar mejor en épocas más flojas.
-¿Habrá lugar para todos (grandes y pequeños) en el sector ecológico de dentro de 10 años?
-El sector ecológico a día de hoy está muy atomizado y creemos que sí que habrá lugar para todos. Los diferentes canales de venta de los productos y los diferentes perfiles que existen del consumidor de productos “bio” ayudarán a mantener una oferta amplia y a que todos los fabricantes que lo hagan bien… puedan tener su espacio en este sector.
Pablo Bolaño
-¿Qué crees que ha significado BioCultura BCN para el sector ecológico catalán y español? Este próximo mayo, BioCultura BCN cumple 25 años…
-Como he dicho antes, la Asociación Vida Sana ha contribuido de una manera singular a la expansión del sector ecológico en España y BioCultura es su manifestación más representativa. La edición de Barcelona, pese a no ser la más antigua, es la que a mi modo de ver mantiene un espíritu más acorde con la filosofía que subyace detrás de este movimiento de consumo responsable y es actualmente el principal motor de difusión del sector.