Comer sano también es posible en verano

Después de un buen chapuzón qué mejor que tomarnos algo fresco con un aperitivo. En este caso, podemos sustituir las patatas chips y la cerveza por un refresco casero y unas crudités de zanahoria, pepino, apio o pimiento crudo cortado en bastones para mojar en un buen hummus casero.

Este puré a base de garbanzos es ideal para las jornadas veraniegas. Podemos probar cualquiera de sus múltiples versiones: con tomate seco, remolacha, de lentejas, con pimientos asados, con aceitunas negras y/o con aceite de oliva. Es sano, rico y seguro que le encanta a toda la familia.

Refrescos caseros

Además de agua, imprescindible todo el año y más en las épocas de calor, podemos preparar nuestras propias bebidas refrescantes. para ello podemos usar como base alguna bebida vegetal o agua. Y agregarle frutas o verduras.

Una apuesta segura es el tradicional gazpacho de verduras que, además de sano, está riquísimo y ayuda a refrescarnos y a rehidratarnos en cualquier momento. Cuidado con las bebidas alcohólicas, que son malas para todo: tu salud y tu bolsillo.

No más ensaladilla rusa

Cambiar la ensaladilla rusa por una ensalada de pasta, mejor si es integral, es una buena alternativa para rebajar las calorías del plato y hacerlo más saludable. Y la ventaja de este tipo de ensaladas es que aceptan casi toda clase de complementos.

Es importante que la porción de verduras sea el doble que la de pasta. También se puede sustituir la pasta convencional por una de legumbres. En cuanto a las verduras. podemos optar por cualquier combinación que nos apetezca. La versatilidad de este plato permite emplear verduras crudas o cocidas y variar de tipo de ensalada cada día.

La comida o la cena

Si has elegido tomarte tus vacaciones en la playa, opta sin dudas por los mariscos o los pescados, acompañados de unas verduras de temporada. Pero solo dos veces por semana. El resto de los días no te olvides de comer muchas verduras, legumbres y arroz integral. en preparaciones sencillas, que te ocupen poco tiempo, y te den muchas satisfacciones.

Si vas a la montaña puedes dejarte tentar por alguna carne, pero que sea de manera esporádica. Y prefiere siempre las carnes blancas a las rojas. Por descontado que debe asegurarte que cualquier producto que tomes este de acuerdo con las normas de bienestar animal. Y el consejo de verduras, arroz y legumbres también se aplica aquí. Recuerda no comer demasiado a la noche, para evitar la pesadez.

El postre

La fruta siempre va a ser la opción más sana como postre, ya que, por la cantidad de azúcares, grasas o edulcorantes que contienen, los helados deben quedar relegados a un consumo esporádico.

Mucho mejor para nuestro organismo es tomarnos una buena rodaja fresquita de sandía o melón que ayudarán, además, a que estemos bien hidratados por su alto contenido en agua. También podemos aprovechar a comer otras frutas de verano, como las nectarinas, las fresas, los melocotones o las ciruelas. Las frutas y las verduras, asegúrate que sean alimentos ecológicos. Comer sano también es posible en verano.