Un vídeo antiguo, grabado en junio del año 1993 conocido como «este perro hace trampas para ganar la carrera» se ha adueñado de Facebook en las últimas horas para goce, disfrute y un poco de asombro de los espectadores que desconocían la escena.
De los animales se sabe que son seres que se dejan llevar por el instinto. Si tienen hambre, harán lo posible por llevarse algo a la boca, si tienen sueño, encontrarán el lugar más adecuado para descansar. Y, según este glorioso clip viral en Facebook, si tienen que ganar una carrera, harán lo que sea por conseguirlo.
Un vídeo antiguo, grabado en junio del año 1993 conocido como «este perro hace trampas para ganar la carrera» se ha adueñado de Facebook en las últimas horas para goce, disfrute y un poco de asombro de los espectadores que desconocían la escena.
El perro en cuestión, según parece, se encuentra en una pista de atletismo para participar en una carrera contra otros perros de distintas razas. En cuanto se da el pistoletazo de salida, el can sale disparado con unas energías desbordantes; tanto que tiene tiempo para darse la vuelta a mitad de la carrera para ladrar y amedrentar a sus oponentes y a echar un spring final para bloquear la llegada del que estaba a punto de proclamarse ganador.
Su comportamiento le ha valido el calificativo del perro más tramposo del mundo.
De los animales se sabe que son seres que se dejan llevar por el instinto. Si tienen hambre, harán lo posible por llevarse algo a la boca, si tienen sueño, encontrarán el lugar más adecuado para descansar. Y, según este glorioso clip viral en Facebook, si tienen que ganar una carrera, harán lo que sea por conseguirlo.
Un vídeo antiguo, grabado en junio del año 1993 conocido como «este perro hace trampas para ganar la carrera» se ha adueñado de Facebook en las últimas horas para goce, disfrute y un poco de asombro de los espectadores que desconocían la escena.
El perro en cuestión, según parece, se encuentra en una pista de atletismo para participar en una carrera contra otros perros de distintas razas. En cuanto se da el pistoletazo de salida, el can sale disparado con unas energías desbordantes; tanto que tiene tiempo para darse la vuelta a mitad de la carrera para ladrar y amedrentar a sus oponentes y a echar un spring final para bloquear la llegada del que estaba a punto de proclamarse ganador.
Su comportamiento le ha valido el calificativo del perro más tramposo del mundo.
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