El estado de alarma ha modificado las vidas de todas las personas residentes en España, pero también las de los animales, especialmente las de aquellos que no tienen un hogar y una familia con la que convivir.
Es el caso de las colonias de gatos alimentadas y cuidadas por voluntarias y asociaciones. Estos días nos han llegado varios mensajes de problemas relacionados con la atención a estas colonias en localidades como Sevilla, Toledo y Sant Joan d’Alacant, a pesar de que entre las excepciones al estado de alarma decretado por el Gobierno se encuentra la de alimentar colonias felinas.
En el municipio alicantino, la asociación El Hogar de Melgat lleva años atendiendo a las colonias felinas que allí se encuentran. Estos días sus voluntarias se han topado con el impedimento, por parte de la policía local, de suministrar el alimento necesario a los gatos que viven en las calles de la localidad.
Ante la contestación del alcalde en la que afirma que esto está prohibido en Sant Joan d’Alacant, hemos dirigido un escrito urgente recordando que el decreto por el que se establece el estado de alarma en todo el territorio nacional está por encima de las ordenanzas municipales, y aclarando de nuevo que desde el Gobierno se ha establecido como excepción la alimentación de las colonias felinas.
El incumplimiento del decreto es ilegal, ya que se trataría de una vulneración de las medidas de emergencia del estado de alarma nacional.
Los gatos llevan casi una semana sin recibir la alimentación necesaria, algo que además contraviene las directrices de la Unión Europea respecto al bienestar animal.
Este no es el único caso. En la Casa de Campo, en Madrid, donde hay colonias dadas de alta que llevan años siendo atendidas y controladas por personas voluntarias mediante el método CES, las alimentadoras están teniendo problemas también con la policía, que intenta impedir su actividad, y ya han encontrado a un gato muerto.
En otras ciudades, como A Coruña, las autoridades piden justificantes a las alimentadoras que llevan años atendiendo a diversas colonias; justificantes que, señalan ellas, piden al ayuntamiento y nunca llegan.
Las colonias felinas en espacios cerrados, en peligro
Otra situación problemática es la de las colonias felinas que se encuentran en recintos que han sido cerrados por las restricciones implantadas por el estado de alarma, como nos ha llegado desde Sevilla, ciudad en la que algunas personas voluntarias están teniendo problemas para alimentar a una colonia felina ubicada dentro de un cementerio.
En Toledo sucede algo parecido: el Ayuntamiento no permite la entrada a colonias felinas que se encuentran en parques y cementerios, donde hay centenares de gatos que llevan ya muchos días sin comer.
Es también lo que sucedía con las colonias que están dentro del parque de El Retiro en Madrid, y cuya situación se aclaró la semana pasada gracias a nuestra presión y la de muchas personas.
Así, en la Instrucción de 19 de marzo de 2020, del Ministerio de Sanidad, por la que se establecen criterios interpretativos para la atención de animales domésticos en la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, se señala que se podrá seguir realizando la actividad en cuestión (en este caso, la alimentación de las colonias), «cuando esa actividad viniera desarrollándose con carácter voluntario por aquellas entidades debidamente acreditadas al efecto».
Eso sí, se especifica claramente que debe acudir una sola persona a realizar estas labores, para garantizar la máxima seguridad de todas las personas, y con la correspondiente documentación acreditativa.
Por tanto, se entiende que esa actividad voluntaria que se realizaba de forma habitual antes del decreto del estado de alarma puede continuar realizándose siempre siguiendo las indicaciones de seguridad pertinentes.
Los animales no pueden continuar en esta situación. Están desatendidos, llevan muchos días sin comer y en situación de peligro. Esto es intolerable, y más cuando desde el Gobierno se permite su alimentación y además hay personas voluntarias que están dispuestas a seguir las indicaciones y los protocolos de seguridad para evitar el contagio.
Por eso pedimos a los ayuntamientos y a las autoridades locales que informen debidamente a las fuerzas de seguridad de estas excepciones al estado de alarma, de forma que las voluntarias puedan seguir llevando a cabo su labor y se garantice el bienestar de todos los animales en esta situación excepcional en la que nos encontramos.
Fuente: Pacma