En su carta, ICSA urge a los miembros del Consejo de la OACI a no dañar la eficacia de CORSIA y agravar, así, la amenaza del cambio climático global.
Los miembros de la Coalición Internacional para la Aviación Sostenible (ICSA), entre ellos Environmental Defense Fund (EDF), han remitido una carta a los estados miembros del Consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) – entre ellos España, Alemania, Francia, Irlanda, Italia y Suecia-, urgiéndoles a evitar una normativa de aviación deficiente que agrave el cambio climático.
La aviación es de las fuentes más crecientes de emisión de gases de efecto invernadero. Si no se toman medidas, se prevé que se triplicarán las emisiones de dióxido de carbono de los aviones en todo el mundo antes de 2050 como consecuencia de la llegada de 30.000 nuevas aeronaves de gran tamaño. El Plan de Compensación y Reducción de Carbono para la Aviación Internacional (CORSIA), que se pondrá en marcha en 2020- tiene el potencial de prevenir la emisión de entre 2.500 y 3.000 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera durante sus primeros 15 años. Sólo se alcanzará este potencial si los países son capaces de garantizar que el proceso sea transparente y adoptar medidas exigentes que reduzcan las emisiones en la aviación.
CORSIA entra en una fase crítica esta semana: los países que forman parte del consejo de la OACI pueden crear un sistema fiable que asegure que cualquier crecimiento de las emisiones de la aviación internacional por encima de los niveles de 2020 sea neutro en carbono – un paso importante para empezar a dar respuesta al impacto de la aviación en el cambio climático; o, por el contrario, pueden fomentar un sistema de créditos de carbono de mala calidad, donde prolifere el doble conteo de créditos y acuerdos secretos sobre criterios que puedan empeorar el cambio climático.
En su carta, ICSA urge a los miembros del Consejo de la OACI a no dañar la eficacia de CORSIA y agravar, así, la amenaza del cambio climático global. Annie Petsonk, Consejera Internacional de Environmental Defense Fund, explica que, “depositar en CORSIA grandes cantidades de créditos fraudulentos haría un daño enorme a los beneficios del acuerdo de aviación en materia climática, así como a la credibilidad de la OACI y las aerolíneas. También perjudicaría los esfuerzos de los firmantes del Acuerdo de París para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de la cifra de dos grados celsius”.
La carta también enfatiza que las decisiones que se tomen en las próximas semanas tienen la capacidad de ayudar a la aviación internacional a compensar las emisiones por encima de los niveles de 2020 e impulsar la creación de un mercado global que promueva la inversión en el desarrollo económico con bajas emisiones CO2. Esto sólo se conseguirá si los estados miembros del consejo de la OACI aprueban estrictos criterios de elegibilidad para los programas de créditos de carbono, con el fin de garantizar que no exista un doble conteo de los mismos, y establecer una junta de asesoría técnica, transparente y sin conflictos de intereses, que evalúe la elegibilidad de las unidades y los programas.
“No se debe subestimar cuánto urge responder al cambio climático, y nuestra llamada a la acción está claramente dirigida a los líderes europeos”, ha comentado Annie Petsonk de EDF. “Europa ha sido líder mundial en la lucha contra el cambio climático y ahora los líderes europeos deben ser exigentes en la OACI para lograr que CORSIA sea un éxito. Si no se establece un alto nivel de transparencia, la OACI podría convertirse en la FIFA del mercado de carbono, con créditos de dudoso valor medioambiental emitidos por aerolíneas que no tengan un interés real en reducir las emisiones.”
El impulso final para CORSIA fue la decisión de la UE de incluir la aviación en su Sistema de Comercio de Emisiones (SCE). Si la UE permitiese a CORSIA adoptar una normativa ineficaz, podría permitir se abriesen otro tipo de vías de acceso al SCE de créditos ineficaces del Protocolo de Kioto o el doble conteo de créditos a través de CORSIA. Esto, en efecto, supondría un retroceso en las medidas climáticas de la UE en el sector de la aviación y podría socavar los logros recientes de la SCE de la UE, que sigue siendo el mayor mercado de créditos de CO2 del mundo. En un reciente análisis publicado esta semana por NewClimate Institute, expertos alemanes en comercio de carbono descubrieron que, si no se establecen mayores restricciones sobre la elegibilidad a los créditos, existe un riesgo real de que CORSIA no consiga sus objetivos.
Está previsto que antes del próximo día 15 de marzo, los representantes de los gobiernos en el Consejo de la OACI anuncien los criterios que deberán cumplir los programas de créditos de carbono para poder ser utilizados y compensar el aumento de las emisiones de las aerolíneas. El mismo día, miles de estudiantes de todo el mundo tomarán las calles en la Huelga Global por el Clima, un movimiento inspirado por la estudiante sueca, Greta Thunberg. Los gobiernos de la Unión Europea tienen la oportunidad de hacerse visibles, demostrar su compromiso real para combatir el cambio climático y garantizar que la normativa de CORSIA impulse una reducción real de las emisiones.