Además, se pedirá que se pase de las declaraciones de crisis climática a una acción urgente y valiente y sin precedentes para hacer frente a esta emergencia.
La semana pasada hemos asistido a la mayor movilización social por la emergencia climática de la historia.
Alrededor de 7 millones de personas salieron a la calle entre el 20 y 27 de septiembre para reclamar medidas urgentes contra la emergencia climática.
En el Estado español, la semana se cerró el viernes con citas en más de 150 localidades con más de 400.000 personas en total. Algo nunca visto hasta entonces.
Estamos posiblemente ante un punto de inflexión. La sociedad realmente se ha despertado para actuar y exigir. Por su parte, los gobiernos y empresas deberían escuchar y reaccionar.
El 27 de septiembre no es el final del camino, sino el comienzo de una ola internacional de rebelión por el clima y desobediencia civil no violenta sin precedentes.
Una ola que pretende generar una disrupción en el sistema para acabar con la complacencia y poner de manifiesto la imposibilidad de continuar con el funcionamiento habitual de nuestras sociedades como si no pasara nada.
Esta ola se da cita en Madrid el próximo 7 de octubre, organizada por 2020 Rebelión por el clima, iniciativa de la que Greenpeace formamos parte, y Extinction Rebellion.
Se invita a cientos de activistas climáticos de todo el Estado a sumarse físicamente para demandar justicia climática de forma contundente.
Para poder sumarte a esta protesta masiva de desobediencia civil de diferentes formas es necesario apuntarse. Puedes hacerlo en la página de 2020 Rebelión por el Clima.
La situación es grave y hay que activar las palancas del cambio entre todas.
Pongamos la vida en el centro, garanticemos la justicia climática.
¡Próxima cita: 7O!
Autor: Pablo Chamorro
Fuente: Greenpeace