Un grupo de investigadores liderados por científicos del Imperial College London y la London School of Hygiene & Tropical Medicine han analizado desde una perspectiva centrada en el cambio climático la reciente ola de calor que vivió buena parte de Europa a finales de junio y principios de este julio.
En concreto, han enfocado su estudio a 12 grandes ciudades —entre las que figuran Madrid y Barcelona— y en los fallecimientos prematuros causados por las altas temperaturas acrecentadas por el cambio climático.
En total, entre el 23 de junio al 2 de julio, los científicos calculan que se registraron 2.305 muertes atribuibles al calor, de ellas 340 se corresponden a Barcelona y 118 a Madrid.
Más de 2300 muertes por calor ‘gracias’ al cambio climático provocado por la industria fósil
En respuesta al estudio realizado por científicos del Imperial College London y de la London School of Hygiene & Tropical Medicine, según el cual el número de muertes relacionadas con el calor en 12 ciudades europeas se triplicó debido a la crisis climática durante la ola de calor del pasado 23 de junio al 2 de julio, así como a los datos preliminares publicados por el Servicio de Cambio Climático Copernicus, según los cuales el mes de junio de 2025 fue el más caluroso de la historia en Europa Occidental y el tercero más cálido a nivel mundial, Greenpeace exige que la industria fósil, principal causante del cambio climático, asuma su responsabilidad y pague los daños.
Ian Duff, responsable de la campaña Stop Drilling Start Paying de la organización Internacional, ha declarado: «La sociedad europea en su conjunto – de Milán, a Barcelona, París, Londres, Madrid y otras ciudades- está sufriendo consecuencias trágicas por las temperaturas récord de este verano, alimentadas por las empresas de petróleo y gas que, a cambio de obtener beneficios millonarios, aumentan el calor extremo que está asestando un golpe mortal a nuestras personas mayores”.
Pedro Zorrilla Miras, coordinador de la campaña de cambio climático de Greenpeace, ha señalado: «Es justo que los máximos responsables, las empresas de combustibles fósiles, paguen por el cambio climático que están provocando. Para que las ciudades europeas se conviertan en espacios seguros, sobre todo para quienes viven situaciones de más vulnerabilidad, es urgente que las empresas contaminantes como Repsol se enfrenten a multas e impuestos para pagar los crecientes costes climáticos y sanitarios».
Más allá del exceso de mortalidad, que en España se calcula entre 400 y 800 muertes (según el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria y la aplicación Mace), la última ola de calor en Europa también ha provocado restricciones en las horas de trabajo al aire libre en Italia, el cierre de más de 2.200 escuelas en Francia y el estallido de incendios forestales en Grecia, Turquía y España.
Según una encuesta mundial encargada por 2 ONG, nueve de cada diez personas en España están a favor de gravar a las empresas petroleras y gasísticas para que paguen por los daños climáticos. Ambas organizaciones forman parte de la demanda global «Quien contamina, paga” (Polluter pays pact), una alianza mundial de más de 170.000 personas, entre las que se encuentran equipos de defensa como cuerpos de bomberos, grupos humanitarios y líderes políticos. La demanda exige que los Gobiernos de todo el mundo obliguen a las empresas petroleras a pagar lo que les corresponde por los daños climáticos que su actividad está provocando en las personas y el planeta.