La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha partcipado hoy en la sesión plenaria de clausura del foro «Movilizar a la naturaleza y la sociedad para abordar la emergencia climática: el camino a seguir», celebrado durante el Congreso Mundial de la Naturaleza, que organiza la UICN.
En su intervención, Ribera ha destacado la importancia de las soluciones basadas en la naturaleza para mitigar los efectos del cambio climático. En ese sentido, ha explicado que “aquellos enfoques basados en los ecosistemas son medidas que nos permiten abordar la pérdida de biodiversidad y el cambio climático de manera integrada y aprovechar además los posibles beneficios colaterales”.
La vicepresidenta ha puesto el acento en el vínculo que existe entre el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. “Proteger la biodiversidad requiere abordar la emergencia climática y viceversa”, ha resaltado. Otro de los aspectos señalados por Ribera ha sido la necesidad de acometer un cambio en el modelo económico y social que permita “restaurar el equilibrio con la naturaleza y a la vez mejorar la calidad de vida de los seres humanos”. En ese sentido, ha puntualizado que “la degradación de los sistemas naturales resultante de nuestro modelo económico es un factor de estrés importante para la salud y el bienestar”.
La salud humana y su estrecha relación con el buen estado de los ecosistemas ha sido otro de los ejes de su intervención. “La pandemia de la COVID-19 tendrá impactos duraderos en la forma en que concebimos y gestionamos la interacción humana con el ecosistema”, ha manifestado Ribera. Un cambio de paradigma que afectará a sectores como la energía, la alimentación, el comercio o la reconfiguración de entornos urbanos y que constituye “una oportunidad sin precedentes para impulsar el cambio global y dar un salto hacia sociedades más sostenibles y equitativas”, ha apuntado la vicepresidenta.
Ribera ha destacado la importancia de integrar la biodiversidad en las políticas sectoriales, identificar los recursos y presupuestos necesarios para alcanzar las metas y aumentar la ambición en las contribuciones nacionales de reducción de emisiones (NDC). “El objetivo es transformar el comportamiento social para proteger el planeta, la biodiversidad y el bienestar humano, desde el punto de vista sanitario, social, económico y financiero”, ha subrayado.
En esa línea, las próximas cumbres de la Biodiversidad y del Cambio Climático, la COP 15 y la COP 26 respectivamente, “trabajarán para aumentar el conocimiento y la forma de hacer visible la necesidad de apostar por esta forma de enfocar el problema del deterioro del clima y de la biodiversidad”, ha apuntado Ribera.
El Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN, que se celebra cada cuatro años, reúne a miles de líderes y responsables de la toma de decisiones de gobiernos, sociedad civil, pueblos indígenas, empresas y mundo académico con el objetivo de contribuir a la conservación del medio ambiente y promover las soluciones que ofrece la naturaleza ante los retos mundiales en este campo. Esta edición, programada inicialmente para junio de 2020, se pospuso a septiembre de 2021 debido a la pandemia de la COVID-19.
Fuente: Fundacion Biodiversidad