Un análisis llevado a cabo por expertos de todo el mundo ha dado con la clave que permitiría a los pastos soportar mejor una sequía extrema y ese secreto está en los nutrientes. Un aporte de estos es una buena noticia para mejorar en la gestión y conservación de los ecosistemas de los pastos que se enfrentan a factores de estrés climático debido a esa ausencia de agua.
Con este estudio, en el que participa la Universidad de Alicante (UA), se añadiron nutrientes esenciales a estos pastos como fueron nitrógeno, fósforo y potasio.
«Estos hallazgos establecen una base teórica clave para desarrollar estrategias de adaptación climática y promover una gestión sostenible de los ecosistemas frente al cambio ambiental global», explica uno de los responsables de este estudio internacional.
La unión de los pastos con nutrientes favorece una mejor resistencia en caso de sequía extrema
Un estudio internacional liderado por más cincuenta instituciones, entre otras la Universidad de Alicante (UA), revela que el aporte de nutrientes puede ayudar a los pastizales a superar periodos cortos de sequía extrema.
Este hallazgo, publicado en la revista Nature Ecology & Evolution, tiene implicaciones para la gestión y conservación de estos ecosistemas, así como para la ganadería y los sistemas alimentarios de los territorios que se enfrentan a factores de estrés climático, según fuentes de la UA.
«El artículo revela que la aridez, es decir, el grado de sequedad del clima, es un factor determinante de cómo los ecosistemas de pastos responden ante la sequía y el incremento de nutrientes«, ha explicado el coautor e investigador del Departamento de Ecología y del Instituto Multidisciplinar para el Estudio del Medio Ramón Margalef (IMEM) de la UA, Alejandro Valdecantos.
Para abordar esta cuestión, los investigadores han evaluado cómo responden los pastizales a la sequía extrema y al aumento de la disponibilidad de nutrientes a través de experimentos de campo en 26 áreas de casi una decena de países.
En concreto, añadieron nutrientes esenciales como el nitrógeno, fósforo y potasio, entre otros, y descubrieron que, si bien la sequía por sí sola redujo el crecimiento de las plantas en un 19 %, la adición de fertilizantes lo incrementó en un 24 %.
Gracias a este trabajo, se demuestra que la sequía y la adición de nutrientes regulan conjuntamente la productividad de los pastizales, «siendo la aridez, el nitrógeno del suelo, la variabilidad de las precipitaciones y la biodiversidad factores críticos que moldean las respuestas de los ecosistemas al cambio climático y a los aportes de nutrientes inducidos por el ser humano», ha destacado Valdecantos.
En concreto, el investigador de la UA, junto a David Salesa, del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), ha coordinado los experimentos de la zona este de la península Ibérica con una estación situada en la comarca del Valle de Ayora, en el interior de la provincia de Valencia.
Las zonas de ecosistemas secos y semiáridos son especialmente sensibles tanto al cambio climático como a la presión humana, según ambos expertos.
El artículo, que representa el análisis más completo hasta la fecha sobre los efectos combinados de sequía y fertilización en pastizales, proporciona herramientas fundamentales para predecir y gestionar la respuesta de estos ecosistemas frente al cambio climático.
Dado que muchas regiones áridas y semiáridas del mundo, incluida la cuenca mediterránea, se enfrentan a aumentos proyectados de aridez y presión antrópica, los autores insisten en la necesidad de considerar factores ecológicos locales a la hora de implementar políticas de gestión y de conservación de estos ecosistemas.
«Estos hallazgos establecen una base teórica clave para desarrollar estrategias de adaptación climática y promover una gestión sostenible de los ecosistemas frente al cambio ambiental global», ha añadido el coautor de la UA. EFE / ECOticias.com