El Gobierno de Asturias ha elaborado un plan de adaptación con el fin de que el Principado pueda hacer frente a los problemas vinculados a la situación de emergencia climática que experimenta el mundo entero y de la que la comunidad no se haya al margen.
Asturias frente a la crisis climática
Asturias elaborará un plan de adaptación al cambio climático en el que se definirán medidas y acciones preventivas para hacer frente a la «emergencia climática». Asimismo, se evaluarán los posibles impactos y vulnerabilidades a nivel regional. Este ha sido uno de los asuntos abordados esta mañana en una reunión de la Comisión de Coordinación de Acción por el Clima presidida por la consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, Nieves Roqueñí, en la que ha participado Francisco Heras, subdirector general de Adaptación al Cambio Climático de la Oficina Española de Cambio Climático.
Roqueñí ha explicado que este plan se enmarca dentro de la Estrategia de Acción por el Clima de Asturias aprobada en 2023, que contempla dos prioridades: la reducción de las emisiones y la adaptación al cambio climático. La descarbonización de la industria está en marcha, por lo que el foco se concentra ahora en evaluar los impactos a nivel regional del escenario climático para analizar, por ejemplo, «cómo nos influye en el mantenimiento de las infraestructuras, los proyectos relacionados con el agua o la planificación de la política forestal».
«Hay cuestiones que ya son una realidad respecto a cómo está variando el clima, los regímenes de lluvias y las temperaturas. Tenemos que ver cómo nos influye», ha explicado la consejera.
En la comisión de coordinación han participado responsables de varias consejerías del Principado y representantes de la Cátedra de Cambio Climático de la Universidad de Oviedo. Desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se ha explicado cómo se ha elaborado el plan nacional de adaptación.
No queda duda alguna de que el cambio climático está entre nosotros y que sus consecuencias pueden ser nefastas, si las comunidades no están preparadas para afrontar los retos que las mismas suponen, por lo que es loable la previsión y preparación de planes como el que quiere implementar Asturias.