El cambio climático no solo es una seria amenaza para el planeta y las personas, también lo es para la economía mundial. Se trata de un problema que requiere de la colaboración entre el sector público y el privado para cambiar el modelo productivo hacia otro que garantice e impulse el desarrollo y el crecimiento económico sostenible.
Además de su grave impacto sobre el medio ambiente y las personas, el cambio climático también es una de las mayores amenazas para la estabilidad económica.
Las olas de calor merman la capacidad de trabajo y la productividad. Los huracanes, ciclones y tifones dejan a millones de personas en la más absoluta pobreza tras arrasar poblaciones con total indiferencia.
Y las sequías reducen las cosechas, dificultando cada vez más la ardua tarea de alimentar a una población mundial que promete alcanzar los 10.000 millones de personas en 2050 (Perspectivas de la Población Mundial 2019, ONU).
Y el Banco Mundial advierte: si no adoptamos medidas de carácter urgente los impactos del cambio climático podrían empujar a la pobreza a 100 millones de personas más en 2030.
Revertir el sistema socioeconómico actual para luchar de manera efectiva contra el cambio climático
Por ser un reflejo del deterioro hacia el que la civilización industrial está llevando al planeta, es la propuesta de la profesora de Economía Aplicada de la UIB Catalina Torres en un artículo.
Torres, secretaria del Laboratorio Interdisciplinario sobre el Cambio Climático (LINCC-UIB), explica que el sistema es tributario de un entramado de relaciones de clientelismo derivadas de la tiranía de las grandes corporaciones y se construye sobre un metabolismo social que, en la búsqueda de un crecimiento económico permanente, depreda naturaleza y vidas humanas a la vez que ignora los límites biofísicos de la Tierra y los derechos humanos.
La revista científica ‘Nature‘ se ha hecho eco de la investigación de la doctora Torres como una de las cuatro que menciona la publicación para entender cómo la ciencia española aborda los retos de la emergencia climática.
El artículo recogen las aportaciones de cuatro investigadores de ámbitos como la ingeniería agrícola, la biología marina, la antropología y la economía ecológica, que explican cómo el cambio climático ha condicionado las líneas de investigación de su ámbito de conocimiento y cuáles son los retos a afrontar.
Torres señala que la verdadera causa del cambio climático no son las emisiones, sino el metabolismo social: «Las personas consumen cantidades masivas de materiales no renovables al crear productos y servicios, lo que a su vez genera emisiones y residuos«.
Indica que, en España, el turismo es una fuente importante de consumo y residuos y que Baleares alcanzó la cifra récord de 18 millones de turistas el año pasado.
«Algunos sugieren que necesitamos menos turistas, pero más ricos, pero eso solo perpetuaría un sistema desigual«, asegura Torres, que investiga cómo la industria turística contribuye al cambio climático mientras al mismo tiempo es altamente vulnerable a él.
Asegura que una persona con una gran mansión, un avión y un barco «tiene una huella de carbono mucho mayor que la de un turista menos adinerado» y añade que «el gobierno no puede seguir construyendo más carreteras, hoteles y otras infraestructuras, ya que eso consumiría muchos materiales y generaría muchos residuos: No es sostenible», advierte.. El artículo de ‘Nature‘ está disponible AQUI. EFE / ECOticias.com