La llegada de una DANA a España ha dejado un reguero de muertos en Valencia y Albacete, y ha causado numerosos destrozos en municipios de estas dos provincias. Centenares de personas han quedado atrapadas por las inundaciones en diversas localidades. Carreteras, centros comerciales o empresas han sido lugares afectados por la DANA.
Una DANA, también conocida como gota fría, es una Depresión Aislada en Niveles Altos que se produce por el choque de una masa de aire frío en altura con el aire caliente de la superficie. Este fenómeno da lugar a chubascos y tormentas intensas. De esta forma, la entrada de una masa de aire frío en el núcleo de la atmósfera que entra en contacto con aire más cálido cerca del suelo genera inestabilidad, que favorece la formación de nubes que causan tormentas fuertes.
Estos fenómenos climáticos extremos provocados por el cambio climático conllevan más cuantía e intensidad de las precipitaciones que un huracán del Caribe o un tifón asiático, aunque también menos viento, explica un experto en climatología. Las lluvias torrenciales, especialmente en la Comunidad Valenciana se considera la peor DANA del siglo.
Las DANAS a orillas del Mediterráneo se han convertido en el fenómeno meteorológico «más peligroso» del país con efectos comparables a los huracanes tropicales, según el experto en climatología y expresidente de la Asociación de Geógrafos Españoles (AGE) Jorge Olcina.
Olcina ha explicado que estos fenómenos conllevan más cuantía e intensidad de las precipitaciones que un huracán del Caribe o un tifón asiático, aunque también menos viento. Según la información recibida de los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad y emergencias facilitado por el Gobierno valenciano, nuevas tormentas sacudirán un día más al país y agravarán el desastre de las inundaciones y desbordamientos de ríos de las últimas horas por lluvias torrenciales especialmente en la Comunidad Valenciana, a causa de la peor DANA del siglo, que ha dejado de forma provisional una cifra de víctimas mortales que asciende a 62 personas.
Para Olcina, «los valores recogidos en las últimas horas en la provincia de Valencia, en torno a los 500 litros por metros cuadrado en apenas seis horas, es «algo monumental» que se explica en la alta temperatura del Mediterráneo, porque «transfiere mucha energía a los sistemas nubosos y genera estas tormentas tan enérgicas que provoca que el agua caiga en tromba».
El mar está a 23 grados y eso no es una buena señal
El también responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA) ha añadido que la temperatura del Mediterráneo a la altura del sureste peninsular «todavía» se sitúa en torno a los 23 y 24 grados centígrados, «cuando por encima de 20 ya es peligroso». «Esa temperatura aporta mucha caloría al aire y en el cielo genera estas nubes tan enérgicas» que propician estos episodios de lluvias cuando coinciden con una situación atmosférica de DANA.
Tras subrayar que se trata de otra «evidencia más» del proceso del cambio climático, el experto ha destacado que un dato relevante es que si hasta hace poco se repetía una situación así cada 15 años, ahora lo hace cada cinco, y ha recordado que el último episodio similar ocurrió en septiembre de 2019 con epicentro en el sur de la Comunitat Valenciana, en la comarca alicantina de la Vega Baja, donde ya hubo varias víctimas mortales y cuantiosos daños materiales.
«Los períodos de retorno se han acortado debido al aumento de la temperatura en el mar Mediterráneo, impulsado por un proceso descontrolado de cambio climático y las emisiones de CO₂ a la atmósfera, que en 2023 marcaron un nuevo récord mundial«, explica Olcina.
Otra reflexión del experto ha sido que cuando la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) da un aviso rojo y, consiguientemente, Protección Civil emite una alerta del mismo color, como ha dicho que ha ocurrido en la noche del lunes al martes en el caso de Valencia, «no se puede salir de casa».
Mejorar el aviso de alerta
«Ya lo vimos en la DANA de la Vega Baja de 2019 y ahora de nuevo pero la gente quiere seguir haciendo su vida habitual», ha lamentado ante lo cual habría que hacer «una reflexión e incluso cambiar los colores para pasar a poner un aviso y alerta de color ‘negro’ para que se entienda que se pone en riesgo la vida».
Ha propuesto que se trabaje más en «educación para el riesgo» entre la población para incidir en que cuando se da un aviso rojo es porque hay un argumento científico detrás y las personas «se juegan mucho».
En cuando al sistema de aviso de alerta a los teléfonos móviles particulares, un proyecto que se está implantando en toda Europa, Olcina ha señalado que en España se lleva un ritmo más lento que en otros países, algo que debería cambiar especialmente en las zonas de riesgo como las mediterráneas. «Desde el lunes la población debería haber recibido un aviso en su móvil«, ha alertado.