El clima extremo se ha demostrado que agrava y dispara la violencia ejercida por sus parejas contra las mujeres. Y las consecuencias de los impactos económicos por causa de los desastres que se relaciona con las crisis climáticas pueden presentarse hasta 2 años más tarde.
Los fenómenos meteorológicos extremos vinculados al cambio climático están alimentando la violencia contra las mujeres mucho después de que ocurren, dicen los investigadores, lo que provoca llamados a una acción climática más centrada en el género.
Cambio climático y violencia contra las mujeres
Una de cada tres mujeres en el mundo sufre violencia física o sexual a manos de su pareja, según cifras de la ONU, y las mujeres de los países más pobres son las más afectadas. Un nuevo análisis del University College London (UCL) muestra que la tasa es aún mayor en los países que se han enfrentado recientemente a shocks climáticos. La inseguridad económica que surge de tales shocks podría estar impulsando el aumento, incluso dos años después de que haya ocurrido el evento, sugieren los investigadores.
“Las tormentas, los deslizamientos de tierra y las inundaciones parecen estar vinculados a tasas más altas de violencia de pareja dos años después a nivel nacional”, dice Jenevieve Mannell de la UCL, quien dirigió el estudio publicado el 2 de octubre en la revista de acceso abierto PLOS Climate. Mannell y sus colegas analizaron encuestas nacionales de más de 150 países que abarcaron un período de 26 años para estimar la prevalencia de la violencia de pareja, definida como la violencia física o sexual contra una mujer por parte de su pareja en el último año.
Las tasas más altas de violencia se registraron en la República Democrática del Congo, seguida de Etiopía y Papua Nueva Guinea. Compararon estos datos con datos sobre el impacto climático en terremotos, volcanes, deslizamientos de tierra, temperaturas extremas, sequías, inundaciones, tormentas e incendios forestales, y descubrieron que no todos los tipos de fenómenos meteorológicos afectaban a las tasas de violencia en la misma medida.
Las olas de calor se relacionaron con efectos fisiológicos inmediatos que condujeron a la agresión y la violencia. Por otro lado, las tormentas o inundaciones tardan en tener un impacto en la salud mental y la seguridad alimentaria de maneras que impulsan comportamientos violentos, según los investigadores. “Los distintos shocks relacionados con el clima tardan distintos períodos en tener un impacto en las tasas de violencia”, dijo Mannell, profesor de ciencias sociales y salud global.
Los investigadores observaron que los impactos climáticos tenían un efecto sobre la violencia tan grande como los indicadores de desempeño económico. Creen que ambos factores podrían estar vinculados. Los países más ricos se asociaron en general con menos casos de violencia de pareja, según el estudio.
“Los fenómenos meteorológicos extremos generan dinámicas económicas y de seguridad que perjudican a las mujeres y las niñas en lo que respecta a sus derechos sexuales y reproductivos”, dijo Gladys Kiio, directora ejecutiva de African Gender and Media Initiative Trust en Kenia, una organización de investigación dirigida por mujeres que promueve la igualdad de género. Dijo que las inundaciones en Kenia a principios de este año expusieron la vulnerabilidad sexual de las mujeres y las niñas a esos shocks climáticos.
Recordó cómo una madre y su hija discapacitada fueron violadas repetidamente en un barrio pobre de Nairobi después de que las inundaciones las dejaran sin hogar. En algunas comunidades pastorales, donde el ganado es muy valorado, los padres venden a las niñas en matrimonio para reemplazar el ganado perdido durante las sequías, añadió Kiio.
La relación género-clima es innegable
Los investigadores esperan que sus hallazgos den forma a las políticas ambientales diseñadas para mitigar los impactos sociales y de salud del cambio climático. Esto ocurre solo unas semanas antes de la cumbre climática COP29 en Bakú, Azerbaiyán, donde se espera que los países presenten sus planes de acción climática actualizados . Si bien Kenia cuenta con un plan nacional de acción climática, Kiio cree que no aborda las cuestiones de género en relación con el cambio climático.
Ella dice que las organizaciones con enfoque de género están trabajando en un plan de acción nacional sobre género y clima que apunta a hacer que las cuestiones de género sean parte de la conversación sobre el cambio climático. “El plan nos da una hoja de ruta sobre cómo el cambio climático está afectando el género y cómo los hombres y las mujeres interactúan con el clima”, comentó “Definirá programas y acciones que incorporen la perspectiva de género en las respuestas climáticas”.
Los países tienen dos mecanismos para abordar esta cuestión como parte de sus estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático, dice Mannell. Uno son las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), los compromisos de los países en virtud del acuerdo de París para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y las medidas de adaptación al cambio climático. El otro son los Planes de Acción de Género para el Cambio Climático, que se están elaborando en algunos países.
Los países tienen hasta febrero para actualizar sus NDC, pero se espera que algunos países anuncien sus actualizaciones anticipadamente en la COP29 en noviembre. “También necesitamos estrategias claras para abordar el cambio climático en los programas existentes para reducir la violencia contra las mujeres a nivel mundial”, añadió Kiio. “Por el momento se habla mucho, pero hay muy poca acción concreta”.
Los países más vulnerables son también los que padecen mayores problemas de violencia contra la mujer y toda circunstancia que empeore la situación financiera será un agravante, como sucede con el cambio climático. Los planes de acción a nivel mundial deben centrarse más en el género para abordar estos problemas
Dann Okoth – SciDev.Net
