Lula, presidente de Brasil, fue el encargado de inaugurar la COP30, que para él será la COP de la verdad, en la que quiere que se luche frontalmente contra el negacionismo del cambio climático y que espera que los países participantes tomen decisiones trascendentales.
De la mano del Acuerdo de París, sin el que Lula no ve posible lograr avances significativos para luchar contra el cambio climático y con los NDC de 113 de las naciones presentes, el mandatario de brasil espera conseguir resultados, donde otras COP no lo han logrado, puesto que como ha comentado: el cambio climático es una tragedia del presente, no una amenaza.
Volvió a hablar de multilateralismo como la única herramienta para buscar soluciones aplicables y reales y explicó que en la actual era de la desinformación es preocupante que la ciencia sea derrotada por algoritmos que generan bulos y esparcen odio y miedo.
Lula: “El cambio climático no es una amenaza futura, es una tragedia del presente”
El presidente de Brasil inaugura la conferencia denunciando a los que “rechazan no solo las evidencias de la ciencia, sino también los progresos del multilateralismo” y pide acelerar la acción climática. El número de países que ha presentado sus planes nacionales para adoptar medidas contra el calentamiento global asciende ya a 113.
La apertura de la 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, (COP30) en Belém, Brasil, estuvo marcada por un clima de optimismo, con la presentación de nuevos planes nacionales en los últimos días, elevando a 113 el número de países comprometidos con acciones para reducir el calentamiento global. Juntas, esas naciones concentran el 69% de las emisiones de gases nocivos en la atmósfera.
En un análisis preliminar, la Comisión de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (UNFCCC) declaró que, con esta actualización, las emisiones de gases que causan el efecto invernadero deben caer un 12% hasta 2035.
COP30, la “COP de la verdad” frente a negacionistas y desinformación
En octubre, apenas 64 países habían entregado los planes, conocidos como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, y la proyección de reducción era del 10%.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, destacó en su discurso que “el cambio climático no es una amenaza para el futuro, sino una tragedia del presente”, citando como ejemplos recientes el huracán Melissa en el Caribe y el tornado que golpeó al estado brasileño de Paraná la semana pasada. Lula enfatizó su preocupación ante una acción climática lenta y la propagación de desinformación.
“La COP30 será la COP de la verdad. En la era de la desinformación, los negacionistas rechazan no solo las evidencias de la ciencia, sino también los progresos del multilateralismo. Ellos controlan algoritmos, siembran odio, esparcen miedo, atacan las instituciones, la ciencia y las universidades. Es momento de imponer una nueva derrota a los negacionistas”, declaró.
Para el presidente brasileño, sin el Acuerdo de París el mundo estaría condenado a un calentamiento catastrófico de casi 5 °C hasta el fin del siglo.
“Estamos caminando en la dirección correcta, pero a la velocidad equivocada. Al ritmo actual aún avanzamos hacia un aumento superior a 1,5 °C en la temperatura global. Romper esa barrera es un riesgo que no podemos correr”, subrayó.
Simon Stiell: las COP están doblando la curva de emisiones, pero demasiado despacio
Por su parte, el secretario ejecutivo de ONU Cambio Climático, Simon Stiell, afirmó que las negociaciones y acuerdos hechos durante las COP están haciendo que la curva de emisiones de gases de efecto invernadero “se incline hacia abajo”.
Reconoció que aún existe mucho trabajo por hacer, pero recordó que la ciudad de Belém puede servir como fuente de inspiración por albergar “la desembocadura del poderoso río Amazonas”.
Stiell destacó que el río “no es una entidad única, sino un vasto sistema fluvial sostenido y alimentado por más de mil afluentes”. Según él, la implementación de todo lo que se decide en las COP también debe ser “impulsada por diversas vertientes de cooperación internacional”.
1,3 billones de dólares al año para clima en países en desarrollo: la gran prueba de la COP30
El responsable de la agencia para el cambio climático enfatizó que ningún plan nacional es capaz de resolver el problema solo y que “ningún país del mundo puede soportar el costo de desastres climáticos que reducen el Producto Interno Bruto”.
Para él, es “imperdonable” que eventos extremos continúen diezmando millones de vidas en un momento en que ya existen soluciones.
Stiell también resaltó que “no tiene sentido económico ni político” cruzarse de brazos “mientras sequías catastróficas destruyen las cosechas nacionales, haciendo que los precios de los alimentos se disparen”.
Como temas destacados para las negociaciones que comienzan este lunes, mencionó la transición justa y ordenada lejos de los combustibles fósiles, y los acuerdos para triplicar la capacidad de energías renovables y duplicar la eficiencia energética.
Transición justa: adiós a los fósiles, más renovables y doble eficiencia energética
Además, subrayó que es necesario avanzar en la movilización de 1,3 billones de dólares anuales para la acción climática en los países en desarrollo, aprobar indicadores para acelerar la meta global de adaptación y avanzar con el Programa de Acción para la Transición Justa y el Programa de Implementación de Tecnología.
El presidente de la COP30, André Corrêa do Lago, asumió la conducción de los trabajos y declaró abierta la sesión al sonido de una presentación musical de un pueblo indígena y reconoció su papel como guardianes de la Amazonía.
Pidió que esta sea la COP de la implementación, de la adaptación, de la integración del clima en la economía y, más que nada, una conferencia que escuche y crea en la ciencia, resaltando que esta será “la COP de la verdad”.
El calentamiento global puede empujar a millones de personas hacia el hambre y la pobreza y hacer retroceder décadas de avances. El impacto desproporcionado de este evento sobre las mujeres, especialmente las afrodescendientes, migrantes y grupos vulnerables, debe tenerse en cuenta en las políticas de adaptación.
Antes del inicio de la conferencia de expertos, entre el jueves y el viernes de la semana pasada, se celebró la cumbre de líderes de la COP30, marcada por las ausencias de los dos países más contaminantes: Trump y el presidente de China, Xi Jinping.
















