Las grandes ciudades se están convirtiendo en selvas de cemento, donde no solo se pierde el contacto con la naturaleza, sino que a falta de zonas verdes, cada vez existen más riesgos para la salud de las personas por causa de las olas y los golpes de calor. Y los madrileños no son la excepción.
Una encuesta recientemente realizada revela que las personas más jóvenes perciben el cambio climático y los fenómenos extremos que causa como una amenaza para su vida, por lo que tienen una disposición mayor a cambiar de lugar de vivienda.
El 31 % de los residentes en la Comunidad de Madrid ha cambiado o se ha planteado cambiar de vivienda debido a fenómenos meteorológicos extremos. Así lo ha dado a conocer el análisis “Preferencias habitacionales de los españoles según el clima” de Fotocasa Research, en el que se detalla que, de esta cifra, un 18 % asegura que se lo ha planteado en algún momento, un 9 % está en búsqueda activa y un 4 % afirma haber efectuado ya el cambio.
La Comunidad de Madrid se sitúa así como la cuarta región española con mayor intención de cambio de vivienda motivada por el clima, por detrás de la Comunidad Valenciana (42 %), Andalucía (37 %) y Cataluña (36 %). Según la directora de Estudios de Fotocasa, María Matos, “el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos empieza a reflejarse de forma clara en las decisiones residenciales. El clima es ya un factor a tener en cuenta, especialmente en zonas vulnerables a inundaciones, olas de calor o lluvias torrenciales”.
Los jóvenes madrileños se lo están pensando seriamente
El estudio también revela que los jóvenes son los más propensos a cambiar de residencia por causas climáticas. En este sentido, uno de cada cinco españoles que se ha trasladado a otro inmueble por este motivo tiene menos de 34 años y un 20 % de los que buscan vivienda para mudarse por razones climáticas es menor de 24.
En cambio, los colectivos de mayor edad muestran menor disposición a modificar su lugar de residencia por estos fenómenos, ya que tres de cada cuatro mayores de 55 años aseguran que el aumento de eventos extremos no condiciona su situación actual.
Las nuevas investigaciones destacan que las muertes relacionadas con el calor no se notifican y las estimaciones oficiales de los gobiernos pueden tardar meses en publicarse, si es que llegan a hacerlo. Es por eso que los investigadores señalan que existe una amenaza infravalorada de este tipo de casos, que aparentemente es mejor percibida por los jóvenes dispuestos a cambiar de sitio para vivir que para los mayores, que se muestran más reacios a ello. EFE / ECOticias.com