Según una encuesta reciente, el 85 % de los europeos cree que el cambio climático es un problema grave y el 81 % apoya el objetivo de la UE de alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2050.
La UE está actualmente en vías de alcanzar su próximo objetivo de reducción, del 55 % de aquí a 2030. La nueva propuesta se basa en este objetivo jurídicamente vinculante y establece una manera más pragmática y flexible de alcanzar el objetivo fijado para 2040.
El objetivo climático propuesto para 2040 tiene en cuenta el panorama económico, de seguridad y geopolítico actual. Hace hincapié en la importancia de acelerar y reforzar las condiciones propicias adecuadas para alcanzar el objetivo.
La UE pide poder revisar su meta climática para 2040 y más apoyo para alcanzarla
Los países de la Unión Europea reclamaron este jueves a la Comisión Europea medidas de apoyo para poder alcanzar el objetivo de recorte de CO2 en 2040, así como una «cláusula de revisión» de esa meta a la luz de futuros avances tecnológicos, en un intento de ganar margen de acción en esa dirección.
«El Consejo Europeo pide a la Comisión que siga desarrollando las condiciones habilitantes necesarias para apoyar a la industria y a los ciudadanos europeos en la consecución del objetivo intermedio para 2040«, señalan los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la UE en las conclusiones adoptadas en la cumbre celebrada en Bruselas.
El Ejecutivo comunitario ha propuesto que la UE reduzca sus emisiones en 2040 en un 90 %, con flexibilidades, en relación con los valores de 1990. Supondría una trayectoria lineal con los compromisos de disminuir en 2030 un 55 % el dióxido de carbono liberado a la atmósfera y alcanzar la neutralidad climática a mitad de siglo.
Pero los Estados miembros, pese a reconocer la «amenaza existencial que representa el cambio climático«, no han fijado aún una senda intermedia de reducción.
Eso ha imposibilitado que la UE presente a Naciones Unidas sus planes climáticos actualizados, con el consiguiente recorte en 2035, de cara a la cumbre COP30 que se celebra en noviembre en Brasil.
Algunos países, especialmente Francia, reclamaron que los líderes abordaran el tema en una cumbre y se espera que, tras el «debate estratégico» de este jueves, los ministros de Medioambiente de los países de la UE fijen el recorte en un consejo extraordinario el 4 de noviembre.
En el documento adoptado en el Consejo Europeo, los Estados reclaman una «contribución realista» de las absorciones de carbono por parte de sumideros naturales como bosques o humedales. Si estos mostraran «déficits«, no deben repercutir en otros sectores económicos, reclamándoles esfuerzos adicionales, dicen.
Respaldan también la idea de Bruselas de contar con «créditos internacionales» de carbono, de forma que se puedan comprar derechos de emisión en países menos industrializados.
Señalan, además, que los planes de recorte deben incluir «una cláusula de revisión a la luz de las pruebas científicas más recientes, los avances tecnológicos y los cambios en los retos y oportunidades para la competitividad mundial de la UE«.
Los jefes de Estado y de Gobierno invitan también al Ejecutivo a seguir «desarrollando las condiciones habilitantes necesarias para apoyar a la industria y a los ciudadanos europeos en la consecución del objetivo intermedio para 2040«.
En ese sentido, toman nota de la intención de la Comisión de proponer medidas para facilitar la entrada en vigor del régimen de comercio de derechos de emisión para edificios y transporte por carretera, el llamado ETS 2, y piden a Bruselas que revise el marco para su implementación.
Competitividad y simplificación o flexibilización
El debate climático está intrínsecamente relacionado con los conceptos de competitividad y simplificación, porque «reforzar la competitividad de la Unión, aumentar su resiliencia y avanzar en la transición verde son objetivos que se refuerzan mutuamente y deben perseguirse de manera conjunta«, señalan los líderes.
Reafirman «la necesidad urgente de avanzar en una agenda ambiciosa y transversal de simplificación y mejora de la regulación a todos los niveles (…) y en todos los ámbitos» y urgen a reducir «drásticamente» las cargas para las empresas.
Instan a la Comisión a presentar propuestas de simplificación en la industria del automóvil, la movilidad militar, el ámbito digital, los servicios financieros, el transporte, el medio ambiente, la energía y la seguridad alimentaria, entre otros, así como a «considerar la retirada de propuestas, cuando proceda«.
España se mostró a favor de reducir cargas burocráticas, simplificar y armonizar legislación, pero llamó a la cautela por el riesgo de que se produzca una simplificación excesiva acabe en desregulación, explicaron fuentes del Gobierno.
Industria y energía
Los líderes urgen además a asegurar la «renovación, modernización y descarbonización industrial de Europa de manera tecnológicamente neutra» prestando especial atención a sectores tradicionales, en particular automoción y aeronáutica, y a aquellos de alto consumo energético, como acero o químicos, en un contexto geopolítico «difícil«.
Aplauden que la Comisión Europea vaya a revisar antes de final de año la normativa que prohíbe desde 2035 la venta de coches y furgonetas nuevas que emitan CO2, así como las iniciativas para impulsar la demanda de productos «Made in Europe».
Pero además le piden usar «todos los instrumentos económicos de la UE» para «disuadir y contrarrestar las prácticas comerciales desleales«.
Los Veintisiete piden asimismo «intensificar urgentemente los esfuerzos para asegurar el suministro de energía limpia y asequible» y señalan que ello «requerirá una electrificación ambiciosa que utilice todas las soluciones de emisiones netas nulas y bajas en carbono, así como inversiones en redes, almacenamiento e interconexiones a nivel nacional y europeo«. ECOticias.com















