El cambio climático no solo se siente, desgraciadamente, a nivel ambiental con la subida de la temperatura, el incremento del nivel del mar o la aparición de fenómenos climáticos extremos. La emergencia que vive el planeta se refleja en la economía; por ejemplo, con el incremento de los precios.
Y es que momentos de sequías, inundaciones o precipitaciones en forma de granizo o pedrisco hacen que las cosechas y los cultivos se vean afectados y con ello el coste de esos alimentos una vez que llegan al mercado.
Para revertir la situación, una de las soluciones pasa por una mayor conciencia social para ir poco a poco reduciendo la contaminación. Si se logra, la agricultura podrá estar a salvo y esto no se notará en el bolsillo del consumidor final a la hora de hacer la compra.
Más efectos del cambio climático: el incremento de los precios de los alimentos
Los fenómenos climáticos extremos provocaron fuertes crisis de precios de alimentos a escala mundial en el último trienio, entre 2022 y 2024, según un estudio que analiza 18 países de todo el planeta y destaca las subidas del aceite de oliva, el café o el cacao.
La investigación examina 16 productos de la cesta de la compra en 18 países, en los que se vinculan escaladas de precios con sequías, inundaciones y fenómenos climáticos que superaron «todos los precedentes históricos» anteriores a 2020.
El estudio, dirigido por el investigador del Centro de Computación Nacional de Barcelona, Maximillian Kotz, destaca el caso del aceite de oliva, que se vendría en la UE en enero de 2024, un 50 % más caro tras la sequía de la campaña 2022-23. En la investigación han participado, entre otras instituciones, el Instituto de Postdam (Alemania) sobre el Cambio Climático, el instituto catalán de investigación ICREA, el Banco Central Europeo y la Universidad de Aberdeen (Reino Unido).
Kotz ha subrayado los riesgos para la seguridad alimentaria, la salud pública y la «estabilidad política y monetaria» de estas crisis de precios y el efecto que el coste de la vida tiene en la situación geopolítica. En el Reino Unido, los precios de las patatas crecieron un 22 % entre enero y febrero de 2024, por las lluvias extremas invernales; en Etiopía, los precios alimentarios subieron un 40 % anual en 2023, tras la peor sequía en el Cuerno de África de los últimos 40 años, según los científicos.
En el caso específico del aceite de oliva, menciona que en España y en Italia el calentamiento global elevó un 30 % la intensidad de la sequía de la campaña 2022-2023 y disparó los precios; señala que la producción española representa dos quintos del total mundial.
Otros casos citados son los repuntes del 300 % de los precios del cacao en abril de 2024, frente al bimestre anterior, tras la ola de calor en Costa de Marfil y Ghana, que obtienen un 60 % de la cosecha global de esta materia prima.
En el caso del café, cita que los precios de Brasil subieron un 55 % en agosto de 2024 tras la sequía que, según los científicos, fue más recurrente por el cambio climático, un ascenso de cotizaciones que se situó en el 100 % en la variedad «robusta» ese verano, cultivada en Vietnam y Asia. El encarecimiento del arroz en Japón o de las frutas en México figuran también en el estudio.
«Cuando aumentan los precios, los hogares con bajos ingresos reducen el consumo de alimentos nutritivos como las frutas y las verduras» porque no pueden costearlos, según la investigación. Las crisis de precios relacionadas con el clima «podrían acentuar la malnutrición y las enfermedades», según el trabajo.
«Hasta que lleguemos a cero emisiones, el clima empeorará (…) ya está dañando las cosechas y elevando los precios de los alimentos en todo el mundo», ha remarcado Kotz. EFE / ECOticias.com