Este verano se ha caracterizado por ser más cálido de lo habitual y registrar niveles de precipitación inferiores a la media, un fenómeno que refleja la influencia del cambio climático en los patrones meteorológicos. Las altas temperaturas, combinadas con la escasez de lluvias, han generado condiciones propicias para olas de calor prolongadas, incremento de la evapotranspiración y estrés hídrico en la vegetación y los suelos.
Este verano más cálido y seco subraya la necesidad de adaptar las políticas de gestión del agua, prevención de incendios y protección ambiental. De cara al otoño meteorológico, también se mantendrá un clima más suave que lo que es de esperar en estas fechas que comprenden de septiembre a noviembre inclusives.
Un verano más cálido de lo normal
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) informa de que el verano meteorológico que acaba de terminar ha sido uno de los dos más cálidos de la serie histórica, pues tanto el de 2025 como el de 2022 han sido unos dos grados más cálidos de lo normal, ambos con una temperatura muy parecida. A falta de datos definitivos, según el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, los veranos de 2025 y 2022 superan al verano de 2003, que es el tercero más cálido por más de medio grado.
El de 2025 ha sido también un verano con precipitaciones inferiores a las habituales en general en el cómputo global para España. En ese cómputo global ha llovido aproximadamente las 3/4 partes de lo normal para un verano promedio, aunque ha habido algunos episodios de tormentas importantes, sobre todo en el mes de julio. Se han registrado récords de precipitación diaria para julio en localidades del área mediterránea como Castellón o del interior peninsular como Guadalajara.
Un otoño meteorológico que no será muy frío
Las predicciones prevén que el otoño meteorológico, que comprende septiembre, octubre y noviembre, sea también más cálido de lo normal en toda España. Según Del Campo, hay entre un 60 a 70 % de probabilidad de que este otoño meteorológico registre temperaturas superiores a las normales, frente a un 10 % de que sea más frío en la península y Baleares.
En Canarias esas estimaciones se sitúan en un 50 % de probabilidad de que sea más cálido, frente a un 20 % de que el otoño sea más frío de lo normal. Aunque aún hay incertidumbre y con un carácter probabilístico, según Del Campo, en cuanto a las lluvias hay un 45 % de probabilidades de que el otoño sea menos lluvioso de lo normal en el oeste y centro de la península, así como en Canarias, frente a un 20 % de que las lluvias sean superiores a las normales en esas mismas zonas. Para el este de la Península y Baleares no hay una tendencia clara.
Acaba un verano donde las temperaturas máximas han superado en varias regiones los valores medios de los últimos 30 años, con registros históricos en algunas ciudades. Una anomalía térmica que además se ha visto agravada por la falta de agua en forma de lluvia y que parece que será la tónica estos próximos meses donde hay un 45% de probabilidad de que el otoño sea menos lluvioso en el oeste y centro peninsular. EFE / ECOticias.com