Los tiempos han cambiado y en su día Nixon tuvo que dejar el gobierno americano por el caso Watergate, que se conoce casi como el principio y el final del llamado periodismo de investigación. Un periodismo que consiguió desbancar a Nixon como presidente del gobierno. Lo que no es muy conocido por parte de Nixon es que allá por el año 1987, 13 años después de dejar el cargo de presidente, escribió esta carta a Donald Trump, felicitándole por sus dotes comunicativas en el show de Phil Donahue.
Así, tal vez no fueron los Simpsons los que predijeron la victoria de Trump, sino más bien el ex presidente Nixon, que pareció utilizar durante su presidencia, estrategias propagandísticas muy del lado del término de moda y en boga de la post-verdad, o lo que es lo mismo falseando y manipulando datos. La diferencia es que esta manipulación a Nixon si le valió para tener que apartarse definitivamente de la política. Sin embargo, ¿Podríamos asistir a algún tipo de segundo Watergate, a partir de la recopilación de macrodatos, que llevan rondando por las redes sociales desde el comienzo de su mandato? ¿Podrían darse lo que se conoce como tormentas sociales, que alarmen tanto a la población como para conseguir iniciar algo parecido a una democracia global con la ayuda de Internet?
El cambio climático, una cuestión que va más allá del negacionismo
Y es que si por algo es conocido este magnate de 70 años, es por su manera de entender muchos aspectos que van más allá de los asuntos humanos. Es defensor de la creación de muros para aislar su país; defiende la tortura como un método útil; y hace una y otra vez honor de sus medidas “anti” ambientales. Medidas del todo consolidadas en forma política con la elección de Scott Pruitt para liderar la agencia medioambiental de los Estados Unidos. El nuevo cargo de Pruitt no ha sido bien recibido por diversos grupos ambientales y de hecho, el Sierra Club, ha llegado a equipararlo como: “Poner a un pirómano a cargo de la lucha contra los incendios”.
Para el presidente Trump, tal y como lo dejó caer en su cuenta de Twitter el pasado mes de noviembre, antes de llegar a la Casa Blanca: “El concepto de calentamiento global fue inventado por los chinos para lograr que la industria norteamericana dejase de ser competitiva”, a lo cual añadió: “Las turbinas de viento son la peor amenaza contra las águilas calvas y las águilas reales… Lo que dicen los medios sobre el calentamiento global es ficción”.
Sin embargo, la NASA estadounidense estima que el 97% de los científicos del mundo coinciden en que el calentamiento global es un hecho a día de hoy refutado, debido al consumo de energías fósiles en primera estancia. Además, 2016 va camino de quedar registrado como el año con las temperaturas más elevadas desde que se registran datos. Verdad o ficción, cada uno que saque sus propias conclusiones. No obstante, parece que asistimos también en este terreno casi a una pelea entre argumentos de autoridad y evidencias científicas basadas en hechos refutados.