Calderón quiere aprovechar la reunión con otros mandatarios durante la Cumbre Unión Europea-Latinoamérica (ALCUE) este 17 y 18 de mayo, en Madrid, para adelantar negociaciones que permiten llegar a compromisos amplios en la cumbre de Cancún.
La cumbre de cambio climático, organizada por Naciones Unidas, tiene el objetivo de que los países se comprometan a reducir la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) que lanzan a la atmósfera y especifiquen en qué porcentaje lo harán. Los gases de efecto invernadero son los principales causantes del cambio climático: dióxido de carbono, nitrógeno, óxido nitroso, y vapor de agua, entre otros.
El acuerdo al que se llegue en Cancún suplirá los acuerdos establecidos en el Protocolo de Kioto, en 1997, que tiene por objetivo frenar el cambio climático, y vence en 2012. La reunión anterior, la COP15, se llevó a cabo en Copenhague, Dinamarca, en diciembre de 2009, y fue considerada por muchos como un fracaso porque no se llegó a un acuerdo con metas claras de reducción de emisiones.
El consenso ha sido difícil porque los países industrializados son quienes más GEI lanzan a la atmósfera y quienes más se oponen a aceptar metas altas de reducción. Por otra parte, países en pleno desarrollo como China e India, exigen que no se les impongan reducciones altas porque limitarían su crecimiento. Aseguran que tienen el derecho a alcanzar los niveles de vida que ya tienen países industrializados.
Los países del sur, y en general, menos desarrollados, quieren que los países industrializados reduzcan drásticamente sus emisiones y que les transfieran recursos para adaptarse a las nuevas condiciones, ya que serían los más afectados por las consecuencias del cambio climático.
El Panel Internacional sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), un grupo de más de 2,000 científicos que analizan el fenómeno, asegura que entre las consecuencias del cambio climático está el aumento de al menos un metro en el nivel del mar. También prevé el aumento de la temperatura promedio del planeta entre 2 y 6 grados centígrados, cambios en los patrones meteorológicos como más sequías, lluvias más intensas, o desaparición de lagos, entre otros.




















