El proyecto QUANTIFY ha estado financiado con 8,39 millones de euros por medio del área temática «Desarrollo sostenible, cambio global y ecosistemas» del Sexto Programa Marco (6PM) de la Unión Europea.
Los resultados, publicados en un artículo de la revista Environmental Science & Technology, forman parte de un ambicioso programa de investigación que contó con 41 participantes y 6 miembros asociados de 17 países europeos, China, India y Estados Unidos.
Su colaboración en QUANTIFY se centró en el efecto del tráfico generado por los sistemas de transporte aéreo, marítimo y terrestre (tanto europeos como globales) en el clima del planeta, con especial atención al impacto de los gases de efecto invernadero, las emisiones de precursores de ozono y partículas y estelas de aviones y barcos. El objetivo primordial consistió en generar predicciones y consejos relevantes para que gobiernos y organismos internacionales redacten las políticas pertinentes.
El estudio supuso la primera vez que estos investigadores utilizaban una serie concreta de modelos sobre química climática para comparar los efectos provocados por distintos medios de transporte en el clima. Además del dióxido de carbono (CO2), el estudio tuvo en cuenta los efectos de todo tipo de gases (tanto de larga como de corta duración), aerosoles y nubes.
El equipo descubrió que de media y a largo plazo el uso de un automóvil aumenta la temperatura global más que un avión en un mismo trayecto de larga distancia. No obstante, el tráfico aéreo aumenta la temperatura global cuatro veces más que el transporte por carretera durante los cinco años siguientes al viaje.
El equipo de investigadores de Austria y Noruega también descubrió que el transporte de mercancías por avión aumenta las temperaturas globales hasta 35 veces más que si el mismo transporte y la misma distancia se realizan con un camión. Sorprendentemente, el transporte marítimo aumenta la temperatura 25 veces menos que otros medios e incluso enfría el clima a corto plazo.
El proyecto QUANTIFY estuvo en marcha desde marzo de 2005 hasta febrero de 2010 y entre sus logros se encuentran una base de datos a modo de inventario de emisiones, una escuela de verano, una serie de congresos internacionales y un portal en Internet con actividades didácticas.




















