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jueves, marzo 30, 2023

Es momento de actuar

De la misma forma, habló de la importancia del programa Proarbol, como instrumento para fortalecer los bosques, pues integra a los dueños de los terrenos forestales en una acción corresponsable, a través de incentivos económicos.

 

Por su parte, Rafael Elvira Quesada, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales felicitó al Centro Internacional de Investigación Forestal por el trabajo que realizan por la conservación de bosques a nivel global.

 

Habló de que en la pasada edición del Día Internacional de los Bosques, “se estableció la plataforma para el desarrollo rural que involucra a 34 organismos de financiamiento, agencias de cooperación y organismos gubernamentales. Detrás de los trabajos formales, mucho está pasando en REDD+ (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de suelos)”. Dijo que los bosques tienen un papel crucial en el combate del cambio climático, ya que son generadores de servicios ambientales y la base indiscutible de la biodiversidad, así como la garantía de las capacidades de adaptación a este fenómeno.

 

“La meta de nuestro país es tener un balance cero de emisiones, asociadas con los cambios de uso de suelo forestal, y empezar el incremento de nuestros reservorios de carbono para el futuro”. Lo anterior, según el mandatario, es posible, ya que, de acuerdo con el informe Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación, publicado en octubre de este año, en México hay una notable disminución en la tasa de deforestación anual.

 

“Asegurémonos que los bosques permanezcan en la agenda de las estrategias globales para combatir el cambio climático y que permanezcan como factor esencial de acuerdos en la agenda de la COP. […] No olvidemos que el desarrollo sustentable debe ser global”.

 

Continuó con la inauguración el presidente de la república, el licenciado Felipe Calderón Hinojosa, quien expresó su reconocimiento a los participantes y al Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR). Comentó que su padre fue quien le enseñó a cuidar la naturaleza, debido a que se involucró mucho en los temas ambientales durante los 60 y 70, particularmente a partir de la publicación de los documentos de Club Roma.

 

Por otro lado, expresó la prioridad es actuar ahora, en conjunto, para que en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, se apruebe la incorporación de mecanismos de reducción de deforestación, los REDD, y “sea en un acuerdo de la COP16, que tenga el respaldo de todos los países, y que desde ahora se canalicen fondos internacionales, para que, como ustedes dicen, actuar ahora en el combate al cambio climático, también desde el frente forestal. […] O cambiamos nuestra forma de vida para detener el cambio climático, o el cambio climático va a cambiar, nuestra forma de vida”.

 

Sostuvo que a nivel global se pierden cada año 13 millones de hectáreas de bosques y selvas, el equivalente a la superficie de Inglaterra, y que esto genera hasta la quinta parte total de las emisiones que se producen en el mundo. “[…] Por eso es tan importante que se incorporen por primera vez en la historia de la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas, los mecanismos de REDD a los acuerdos globales contra el cambio climático”.

 

Expuso el considerable daño que políticas públicas le hicieron en el pasado a la masa forestal; ejemplo de esto es el reparto agrario, que se perpetuó por siete décadas, y que cuando ya no hubo latifundios por repartir, provocó que se dieran también bosques y selvas para el desarrollo de agricultura. De la misma forma, la Comisión de Desmontes, “es decir, toda una agencia burocrática encargada de talar bosques y selvas, para abrir espacios a la agricultura. Había un dicho de los políticos de entonce, que decía: ‘ Que sólo los caminos se queden sin sembrar’.”

 

Mencionó que en nuestro país ha disminuido la cifra de deforestación, como muestra, en los 90 se perdían 350 mil hectáreas por año, de los casi 60 millones de hectáreas que tenemos; sin embargo, de acuerdo con la FAO, en los últimos cinco años se ha reducido a 155 mil hectáreas en el mismo tiempo. “El pronóstico para el cierre de este 2010, es quizá, de 128 mil hectáreas”.

 

Calderón Hinojosa afirmó que las políticas adecuadas son las que REDD propone. “Qué podemos hacer, precisamente, lo que trata de hacer en una de sus vertientes ProÁrbol y que afirma los mecanismos de REDD, que es conciliar mitigación con desarrollo económico: mitigación con ingreso para los habitantes más pobres”.

 

Concluyó que “es la hora de actuar, y a México le ha quedado muy claro. En materia de bosques y selvas, es la hora de actuar, y estamos actuando”.

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