Campesinos de comunidades aledañas al nevado Illimani en Bolivia destruyeron un equipo instalado en el lugar por investigadores de la universidad estatal de La Paz para medir el impacto del cambio climático, informó hoy una fuente de esa institución.
El subdirector del Instituto de Hidráulica e Hidrología de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Edson Ramírez, explicó a Efe que el hecho ocurrió hace una semana, cuando una explosión de dinamita destruyó la estación de medición instalada en un río que nace en el nevado.
Indicó que el objetivo del proyecto era conocer «el verdadero impacto» del cambio climático en el Illimani, además de realizar una proyección para las décadas venideras sobre el deshielo del nevado y la disponibilidad de agua para las comunidades aledañas al cerro.
Ramírez atribuyó el ataque a la «susceptibilidad» de algunos campesinos que piensan que los investigadores están desviando el curso del río o que pretenden controlar los volúmenes de agua para tener cierto poder sobre las comunidades.
No obstante, explicó que los expertos se reunieron con los campesinos antes de instalar la estación de medición para explicarles los objetivos del proyecto y agregó que tienen encuentros constantes con las comunidades para conocer sus inquietudes y expectativas al respecto.
«Es difícil para nosotros entender por qué hay este tipo de actos a pesar de que se ha conversado (con los campesinos)», dijo.
Agregó que el instituto no cuenta con presupuesto para instalar una nueva estación, por lo que este proyecto ha sido suspendido.
Según investigaciones preliminares impulsadas por la organización no gubernamental Agua Sustentable y expertos de la UMSA, desde 1980 la nieve del Illimani ha bajado entre un 20 y 30 por ciento.
Lo mismo ha ocurrido con otros nevados bolivianos que comenzaron a derretirse en los últimos años a causa del cambio climático.
Una de las mayores pérdidas para el país fue el deshielo de la que era considerada la pista de esquí más alta del mundo, situada sobre la montaña del Chacaltaya, de 5.395 metros de altura, en el departamento de La Paz.
El Gobierno de Evo Morales protestó por la pérdida de esos nevados en la cumbre sobre cambio climático realizada en Copenhague el pasado mes de diciembre y propuso que los países industrializados paguen su «deuda ecológica» con las naciones en desarrollo.
Pnuma