Venezuela inicia hoy un plan de racionamiento eléctrico nacional como parte de las acciones para enfrentar una fuerte sequía que afecta sus embalses, fuente del 70 por ciento de la producción energética nacional.
Las medidas son parte de acciones de ahorro y racionamiento debido al descenso de los niveles de agua en sus hidroeléctricas que se encuentran en una situación que se estima podrá ser grave a fines de febrero.
La atención de los expertos se centra en la presa el Guri, el mayor embalse de la nación con cuatro mil kilómetros 600 kilómetros cuadrados, que se encuentra 10 metros por debajo del nivel normal.
El ministro de Energía Eléctrica, Ángel Rodríguez, dijo ayer a Venezolana de Televisión que se trata de evitar que el Guri lleve a fines de febrero a una situación muy crítica lo cual podría provocar un apagón general del país.
Para evitar el colapso se adoptaron medidas de racionamiento que hoy explican en cada región los directores de las empresas filiales de la Corporación Eléctrica Nacional para permitir a la población tomar las previsiones correspondientes.
La emergencia busca enfrentar una larga sequía provocada por el efecto climático El Niño y el derroche de electricidad en hogares y comercios, instituciones públicas y privadas.
Estas medidas, sumadas a una reducción del horario en los organismos públicos que comenzó a aplicarse desde ayer, deben propiciar el ahorro de al menos entre tres cuartas partes y hasta la mitad de la energía consumida normalmente, según Rodríguez.
Así de los 261,70 metros actuales en el embalse Guri se espera llegar a febrero con 257 metros, en marzo 253 y en abril 246,61.
En Venezuela también se han instalado ocho millones de bombillos ahorradores, que consumen del 15 al 20 por ciento menos, con un ahorro estimado de 330 a 420 megavatios de energía eléctrica.
Se espera llegar a colocar 50 millones de bombillos ahorradores.
Pnuma