Naciones Unidas recibió hoy una severa denuncia sobre las precarias condiciones de vida de los pueblos indígenas, reflejadas en alarmantes indicadores de salud, pobreza, educación, desempleo y violaciones de sus derechos.
La advertencia aparece en el primer informe sobre la situación de los pueblos autóctonos elaborado por expertos de la ONU en materia de derechos humanos y libertades fundamentales de esos conglomerados.
Según un avance del documento, los indígenas (370 millones) equivalen al cinco por ciento de la población total del planeta, y sin embargo constituyen más de la tercera parte del segmento más pobre a nivel mundial.
El reporte cita el caso de Estados Unidos, donde los nativos están expuestos a contraer la tuberculosis 600 veces más que el resto de la población.
También revela que en Australia y Nepal los niños indígenas tienen una esperanza de vida de 20 años, en comparación con el resto de los habitantes, índice que cae a 13 en Guatemala y a 11 en Nueva Zelanda.
El informe asegura que las comunidades autóctonas son víctimas de violencia, brutalidad, políticas de asimilación, expropiación de sus tierras, marginalización, traslados forzados o reubicaciones, abusos de las fuerzas militares y negación de su derecho a la tierra.
En materia de salud, el estudio señala la mala nutrición, el acceso limitado a la asistencia, escasez de medios fundamentales y la contaminación de los recursos naturales como factores que agravan la situación.
Agrega que los pueblos indígenas padecen altos niveles de mortalidad materna e infantil, malnutrición, enfermedades cardiovasculares, sida y otras enfermedades contagiosas como la malaria y la tuberculosis.
PNUMA