El presidente de la Comisión Energética de la Cámara de Comercio, Iván Barría, dijo esperar que el gobierno reglamente la Ley, lo que debe estar listo a más tardar el próximo mes de octubre
La tendencia a la construcción de edificios “verdes” está tomando más fuerza en Panamá con unos 41 proyectos de construcción en proceso de obtener la certificación de Liderazgo en Diseño Energético y Ambiental (LEED, por sus siglas en inglés), cifra que se espera tendrá un alto incremento con la aplicación de los incentivos a las empresas que se suban a esta ola una vez entré en vigencia la Ley 69 de 2012, que establece los lineamientos generales de la política nacional para el uso racional y eficiente de la energía.
El presidente de la Comisión Energética de la Cámara de Comercio, Iván Barría, dijo esperar que el gobierno reglamente la Ley, lo que debe estar listo a más tardar el próximo mes de octubre, a fin de conocer los parámetros de los incentivos contemplados para aquellas empresas que apliquen estas medidas enfocadas en amortizar el alza de los costos por consumo energético.
Expresó que en la actualidad la mayoría de los edificios nuevos son altamente consumidores y, aunque se consideren “eficientes”, la realidad es que eso no se está logrando o en todo caso se llega al mínimo exigido, por lo que son necesarios estos incentivos no sólo para promover edificaciones sostenibles, sino para que sean de la mayor calidad.
Destacó que entre los beneficios se habla de un bono que cubriría los gastos adicionales en que incurrirían las empresas en la construcción de edificios sostenibles, pues resultan más costosos que los tradicionales, con lo que se incentivaría a los empresarios que garanticen un uso eficiente de la energía.
Se ha contemplado, por ejemplo, en la construcción de barriadas de interés social, lo que se reflejaría en abaratar los costos de energía a los habitantes de estas viviendas, agregó.
“Buscamos incentivar a la membresía a conocer los beneficios de la Ley y a participar, ya que esta normativa, más allá de otorgarle beneficios económicos a las empresas, le brinda la oportunidad de formar parte de las empresas que se preocupan por el cuidado del medio ambiente, y ayudan a que Panamá logre independencia de los combustibles importados para la generación de energía”, acotó Barría.
En ese sentido, manifestó que la empresa privada está consciente de la necesidad del uso racional y eficiente de la energía y ha mostrado disposición en participar en este tipo de iniciativas, por lo que están a la espera de la reglamentación para conocer con exactitud como se aplicarán los beneficios que contempla la nueva Ley.
Roberto Forte, del Panama Green Building Council, detalló que en el 2011 se registraron 11 edificios en la lista para obtener la certificación mientras que en el 2012 fueron 13, y se espera que en este año se sumen alrededor de 15, lo que nos habla de una tendencia muy positiva que demuestra una conciencia por parte de los empresarios en Panamá sobre su responsabilidad con la eficiencia energética y la conservación del medio ambiente.
Destacó que a la fecha ya han obtenido la certificación LEED la sede de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), la Embajada de Estados Unidos y el nuevo edificio del Banco Bladex.
“Si comparamos los 41 proyectos con la cantidad de edificios que hay construidos es positivo, sobre todo porque están en el sector público, privado y de organizaciones no gubernamentales”, dijo.
Entre los edificios que están en busca de la certificación LEED figuran el complejo que adelanta el gobierno en la Ciudad del Saber que albergará al Instituto Gorgas, la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología (Senacyt) y el Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología de Panamá (Indicasat).
La propia Ciudad del Saber tiene como norma que las nuevas edificaciones cumplan con los requisitos LEED y la empresa privada está participando activamente, como el Banco General, que ya tiene tres sucursales verdes.
Manifestó que además de incentivar a más empresas a contar con edificaciones verdes, el siguiente paso es que logren más que el mínimo exigido por la certificación LEED, como por ejemplo desarrollar sus proyectos en lugares que ya estén intervenidos; es decir, en la urbe y no en áreas en donde hay que intervenir a la naturaleza.
Otro aspecto a considerar es el reciclaje del agua y la reducción del uso de los materiales, con madera reciclada, por ejemplo.
“Muchos lo hacen por un tema de Responsabilidad Social, político o financiero, más que por una visión ambiental, por lo que esperamos poder ir más allá. Ojala que se cree esta cultura sin necesariamente tener un retorno de la inversión”, comentó.
Karla López, de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), aseguró que en América Latina la tendencia va en aumento y especialmente en Brasil, el país con mayor cantidad de edificios de alto desempeño.
Precisó que un estudio realizado en la región tomó en cuenta la proporción de acuerdo con la cantidad de habitantes, el Producto Interno Bruto (PIB) y el movimiento del país, y se puede decir que Panamá va a buen ritmo en cuanto a la aplicación de las construcciones sostenibles tomando en cuenta los proyectos que están en lista para obtener la certificación, los cuales suman más de 2 millones de metros cuadrados.
“Una vez se obtengan estas certificaciones estaremos en muy buena posición y el reto será alcanzar los niveles de Brasil, claro que proporcionalmente tomando en cuenta los factores mencionados y el hecho de que Panamá es la economía más globalizada el hemisferio y tiene un mercado basado en las inversiones extranjeras”, apuntó.
López citó también el caso de Apede, cuya sede cuenta ya con la certificación LEED, hecho que le demostró a sus agremiados que es posible tener eficiencia energética y evitar costos de energía, que en estos momentos se traducen en mejores servicios a los miembros y la posibilidad de financiar las campañas que lleva adelante el gremio.
El consultor internacional de Cadmus Group Inc, Julio Rovi, destacó que falta mucho camino por recorrer, sobre todo porque no resulta fácil convertir una infraestructura tradicional en un edificio sostenible. Además, las empresas se han acostumbrado a cumplir con los requerimientos mínimos, puntos que limitan una mayor actividad en ese sentido.
Las empresas deben comprender que se trata de cuidar el ambiente y la energía, y que todo lo que antes era basura hoy puede ser un negocio. Partiendo de esa premisa, López instó al sector empresarial a incrementar sus niveles de calidad para aspirar no solo a obtener la certificación LEED, sino ir en busca de la excelencia al lograr los rangos de plata u oro.
La certificación LEED se compone de un conjunto de normas sobre la utilización de estrategias encaminadas a la sostenibilidad en edificios de todo tipo. Se basa en la incorporación en el proyecto de aspectos relacionados con la eficiencia energética, el uso de energías alternativas, la mejora de la calidad ambiental interior, la eficiencia del consumo de agua, el desarrollo sostenible de los espacios libres de la parcela y la selección de materiales.
Existen cuatro niveles de certificación: Certificado (LEED Certificate), Plata (LEED Silver), Oro (LEED Gold) y Platino (LEED Platinum).
Darsy Santamaría Vega
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Capital Financiero
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