Una solución puesta encima de la mesa para luchar contra la crisis climática que azota los países de Latinoamérica y que en palabras de Ramiro Salinas, especialista en tecnología climática del Centro y Red de Tecnología Climática de las Naciones Unidas, se basa en las energías renovables, uso de la inteligencia artificial y los ecosistemas naturales como los manglares.
Estas son a su juicio las herramientas claves que puedan permitir la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, así como reforzar la resiliencia de las comunidades y avanzar hacia un desarrollo sostenible en la zona.
Una reflexión que este experto lanzó durante su participación en el Foro 2025 de Entidades Nacionales Designadas (NDE) de América Latina y el Caribe y el Programa de Fortalecimiento de Capacidades sobre Tecnología y Financiamiento Climático, celebrado en Ciudad de Panamá bajo la organización del CTCN y el Ministerio de Ambiente de Panamá.
Renovables, IA y manglares las herramientas ante la crisis climática en Latinoamérica
Las energías renovables, la inteligencia artificial (IA) y los ecosistemas naturales como los manglares son herramientas claves para hacer frente a la crisis climática en Latinoamérica, una región que también debe invertir en esas tecnologías para fortalecer la competitividad económica.
Así lo ha dicho durante una entrevista a EFE Ramiro Salinas, especialista en tecnología climática del Centro y Red de Tecnología Climática de las Naciones Unidas (UN CTCN, por sus siglas en inglés) en el marco de un foro sobre tecnología climática, dentro la Semana del Clima, que se celebra esta semana en Panamá.
«En Latinoamérica, se pueden implementar energías renovables como la solar, eólica e hidroeléctrica; sistemas de transporte sostenibles; agricultura climáticamente inteligente; y tecnologías para la gestión eficiente del agua, como el riego inteligente«, declara el especialista.
Esas herramientas «permiten reducir emisiones de gases de efecto invernadero, fortalecer la resiliencia de las comunidades y avanzar hacia un desarrollo sostenible», sostiene Salinas, que especifica que las tecnologías ofrecen «soluciones fundamentales para mitigar y adaptarse al cambio climático».
El especialista en tecnología climática de la ONU detalla que es «clave» que los países latinoamericanos «inviertan en estas tecnologías, ya que además de enfrentar la crisis climática, impulsan la innovación, generan empleos y fortalecen la competitividad económica».
Así, ejemplifica que «la inversión en tecnología climática para el sector industrial, el mayor emisor con el 34 % de las emisiones globales, casi se ha duplicado», sin embargo, continúa, «el sector del transporte en la región aún depende en un 96 % de fuentes no renovables, lo que representa un gran desafío para una verdadera descarbonización».
Salinas participa este lunes en el Foro 2025 de Entidades Nacionales Designadas (NDE) de América Latina y el Caribe y el Programa de Fortalecimiento de Capacidades sobre Tecnología y Financiamiento Climático, celebrado en Ciudad de Panamá bajo la organización del CTCN y el Ministerio de Ambiente de Panamá.
La fuerza de los manglares, una barrera natural contra la crisis climática
Latinoamérica sufre desde hace años graves consecuencias como altas temperaturas o fenómenos climáticos extremos, pero tiene ecosistemas naturales como los manglares, los bosques tropicales y los humedales que «son esenciales como barreras naturales frente al cambio climático», según Salinas.
Los manglares son un ecosistema costero tropical, conformado por árboles, que sirven como hábitat para diversas especies marinas y también, como dice Salinas, protegen a las zonas costeras de tormentas y erosión, y almacenan grandes cantidades de carbono.
Los bosques tropicales, explica el especialista, «no solo capturan CO2, sino que también regulan los patrones de lluvia y protegen la biodiversidad». Así, «con más del 50 % de la economía regional directamente relacionada con la naturaleza, conservar y restaurar estos ecosistemas es vital».
Sin embargo, «más del 90 % de la pérdida de biodiversidad se debe a la extracción y el procesamiento de recursos naturales, por lo que también es necesario transformar la forma en que producimos y consumimos», comenta, y lamenta que los «esfuerzos de conservación y restauración por sí solos no serán suficientes para resolver el problema».
El uso de la IA en la crisis climática
Centroamérica, una región altamente vulnerable a la crisis climática, «puede aumentar su resiliencia mediante la reforestación y protección de manglares, el fortalecimiento de la infraestructura climáticamente resistente, el uso de tecnologías limpias e inteligentes (como la IA) y una gestión sostenible del agua», afirma.
Considera, además, que «es crucial integrar el cambio climático en las políticas públicas y garantizar que las soluciones tecnológicas estén adaptadas a los contextos locales y a las poblaciones más vulnerables». E insiste a la región a «trabajar en una transición justa hacia una economía circular, que cambie la manera en que se producen y utilizan los recursos«.
Esa transición hacia una economía circular «incluye transformar los sistemas de transporte, que actualmente solo utilizan un 4 % de energías limpias, y reforzar sectores como la agricultura, la energía y la gestión de residuos». Además, resalta, existen tecnologías que monitorean y predicen «sequías e inundaciones, lo que ayuda a los agricultores a planificar mejor su siembra y selección de cultivos». EFE / ECOticias.com