Mucho cuidado con el acuerdo comercial UE-Mercosur. La reciente elección de Javier Milei como presidente de Argentina, despierta recelos en muchos ámbitos. Dado que es un político de extrema derecha que ha negado públicamente el cambio climático inducido por el hombre.
La UE y los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) firmaron un acuerdo de libre comercio (TLC) en 2019. Pero este se encuentra estancado desde entonces. Tras el rechazo masivo de las organizaciones de la sociedad civil, el Parlamento Europeo declaró que no ratificaría el acuerdo “tal como está”.
Algunos Estados miembros hicieron lo mismo y se opusieron públicamente al TLC. Lo hicieron pidiendo modificaciones significativas. Como exigir normas de producción equivalentes a las de la UE para los productos importados. Incluso en materia de bienestar animal.
Para desbloquear el estancamiento, la Comisión Europea y los países del Mercosur han estado negociando un “instrumento conjunto”. Este supuestamente abordaría los problemas de sostenibilidad creados por el TLC.
Sin embargo, el instrumento conjunto propuesto parece no agregar nuevas obligaciones. Y solo ofrece más detalles sobre el lenguaje ya incluido en el acuerdo. No existe ningún compromiso para abordar las preocupaciones sobre el medio ambiente, ni medidas adicionales aplicables.
Graves problemas intrínsecos
Desde Eurogrup for Animales recuerdan que existen problemas intrínsecos con el acuerdo que deberían solucionarse antes de que sea ratificado e implementado. Incluso con el instrumento conjunto, el acuerdo reforzaría la intensificación de la ganadería, en particular la producción de carne de vacuno y avícola.
Haciendo más lucrativas las inversiones en estos sectores. Pero a costa de aumentar los riesgos de deforestación y abusos de los derechos humanos y animales. Todo ello, debido a la demanda de la UE de productos básicos como soja, carne de res y aves.
La legislación vigente de la UE no puede evitar estas consecuencias. La tan esperada revisión de la legislación sobre bienestar animal podría incentivar métodos de producción sostenibles en los países del Mercosur. Y de como deberían aplicarse a los productos importados. Pero, lamentablemente, la Comisión Europea aún no ha presentado la legislación propuesta.
Además, la regulación sobre la deforestación importada, que constituiría un paso en la dirección correcta, no será suficiente para compensar las consecuencias negativas de este acuerdo específico con el Mercosur.
Ya que deja fuera ecosistemas clave como el Cerrado, el Pantanal y el Gran Chaco. Que actualmente están siendo destruidos a un ritmo récord. A causa de la ganadería y de la agricultura. Y lo que se produce mayoritariamente es soja para alimentación animal, no humana.
No es necesario un mal acuerdo
En este contexto, es preocupante que la Comisión Europea se apresure a cerrar un mal acuerdo para las personas, los animales y el planeta antes de la próxima presidencia de Javier Milei. Los acuerdos comerciales deben ser “a prueba de balas”. Ya que están destinados a durar y ser implementados por diferentes gobiernos a lo largo del tiempo.
En lugar de apresurarse a concluir un ALC basado en un mandato obsoleto, que fue redactado hace más de veinte años. La UE debería intentar negociar un nuevo ALC que refleje la última agenda de sostenibilidad de la UE. Y que beneficie a los ciudadanos, consumidores, productores y animales de ambos lados del Atlántico. Mucho cuidado con el acuerdo comercial UE-Mercosur.
Cualquier acuerdo comercial con los países del Mercosur debería:
- Condicionar el acceso preferencial para todos los productos animales -no sólo los huevos con cáscara- al respeto de normas de bienestar equivalentes o superiores a las de la UE. Por ejemplo, el acceso a la cuota de carne vacuna debería reservarse a la carne derivada de animales alimentados con pasto. Excluyendo explícitamente los corrales de engorde, como en el ALC recientemente adoptado entre la UE y Nueva Zelanda.
- Incluir un capítulo ambicioso sobre sistemas alimentarios sostenibles, reconociendo la sensibilidad animal. Y la importancia del bienestar animal para los ciudadanos y para lograr una producción sostenible de alimentos.
- Crear mecanismos de cooperación significativos en materia de bienestar animal, estableciendo objetivos y hojas de ruta claros.
- Incluir un capítulo de vanguardia sobre comercio y desarrollo sostenible, con posibilidad de sanciones.