Practicar el Ecoturismo responsable con animales implica no solamente que iremos a un sitio cercano o dentro de la naturaleza donde trataremos de no dañarla, no contaminar y ser lo más sostenible que sea posible en todas nuestras acciones.
Varias de las actividades que tienen como protagonistas a elefantes, tigres, aves, etc. y que se ofrecen como divertidas e incluso educativas, les perjudican y pueden poner en peligro la misma supervivencia de las especies. Es, por lo tanto, imprescindible que los viajeros se informen y sean conscientes de lo que se esconde “detrás del telón” de actividades aparentemente inofensivas.
La premisa es muy clara: si el ámbito en el que se encuentran o las acciones que realiza un animal no son intrínsecas de su naturaleza (esto es especialmente claro cuando hablamos de animales salvajes), interactuar con ellos no es parte de una actividad de ecoturismo responsable.
Por otra parte, ningún camello es feliz llevando gente extraña sobre su lomo durante 16 horas seguidas, ningún monito agradece porque sí, que se le dé una moneda, sino que ha sido entrenado para ello (algo que no es para nada natural y que puede conllevar dolor y castigos físicos) y ningún tigre ‘disfruta’ posando para que los turistas se echen fotos. Ninguna de estas actividades tiene nada que ver con los conceptos más básicos del bienestar animal. Por tanto, no pueden ser parte de un tour de ecoturismo responsable.
Consejos para practicar ecoturismo responsable con animales
A continuación es posible encontrar una serie de consejos para evitar afectar negativamente a los animales durante las vacaciones, por más que te las vendan como de ecoturismo responsable:
- No pagar para dar de comer a los monos, osos, elefantes u otros animales a quienes sus propietarios exhiben o hacen actuar en la calle.
- No participar en actividades de nado con delfines u otros animales salvajes.
- Evitar alojarse o comer en hoteles y restaurantes que exponen animales salvajes en cautividad.
- No participar en paseos en elefantes, camellos, avestruces, etc.
- Evitar los paseos a caballo, burro o en carros tirados por estos animales.
- No alimentar a los animales salvajes (tanto en su hábitat natural como en cautividad), ya que esto puede tener graves consecuencias para su salud y para la seguridad de las personas.
- Evitar asistir a festivales crueles, aunque sean tradicionales.
- Nunca comprar souvenirs hechos con partes de animales, ni llevarse animales vivos como “recuerdo”.
- Evitar hacerse fotos con animales que se utilizan para este propósito.
- Nunca pagar para asistir a espectáculos donde los animales tengan que realizar posturas o comportamientos impropios para su naturaleza, como los delfinarios o los acuarios.
- No dejarse engañar por centros que se pueden hacer llamar santuarios, orfanatos o centros de conservación. Es importante asegurarse primero de ir a sitios que realmente tienen el bienestar de sus animales como única prioridad.
- Denunciar cualquier actividad que podría implicar maltrato animal.
- Recoger toda la basura, especialmente los plásticos, que se pueda generar en un entorno natural.
En avistamientos de animales en su hábitat natural:
- Pedir a los guías no acercarse demasiado a los animales para evitar que se asusten debido a nuestra presencia o interferir en su comportamiento natural.
- En proximidad de un animal, hablar en voz baja y no hacer movimientos repentinos que puedan asustarle.
- No acercarse a zonas de cría (nidos, madrigueras, guaridas, etc.), ya que esto puede poner en peligro el éxito de la misma.
- Tener en cuenta que utilizar el flash de la cámara de fotos puede asustar a los animales y hacer que se vuelvan agresivos.
- Dejar que sean los animales que se acerquen a nosotros, si lo desean y cuándo lo deseen.
- Proteger la biodiversidad, cuidando de no dañar plantas o matar insectos en nuestros paseos. Si es absolutamente imprescindible, usa repelentes naturales.